LA VERDAD

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sábado, octubre 11, 2014

RAICES PRESBITERIANAS: LOS ARTIFICES DEL ‘PACTO NACIONAL’ DE 1638




[BANDERA ORIGINAL DE LOS PACTANTES ESCOCESES -PRESBITERIANOS]

Un concepto original inspirado por los pactos del Antiguo Testamento entre los Israelitas y su Dios, la idea de pacto había sido reforzada en las enseñanzas reformistas de Lutero y Calvino en el Pacto Nacional en el siglo 15. Este Pacto Nacional fue en base al primer pacto escrito por los “Señores de la Congregación” en 1557, en respuesta a su indignación por la propuesta de matrimonio de la joven María, reina de Escocia con el futuro rey de Francia. También en la “Confesión de Fe de 1560,” escrita por los “seis Johns” Knox, Winram, Spottiswoode, Willock, Douglas and Row, la que fue subsecuentemente suscrita en 1590 y 1596. Y se apoyó también en gran medida en el pacto de 1581 escrito por John Craig (1512-1600), ministro Escoces que abrazo la fe Reformada a través de Calvino y se unió a John Knox en Escocia, fue elegido moderador de la Asamblea General en Escocia, quien le pidió que redactara una confesión protestante de fe que serviría como base de la parte confesional para el Pacto Nacional.

El Pacto Nacional, fue escrito por dos hombres, Archibald Johnston (1611-1663), juez y estadista Escocés, y participante importante en la Asamblea de Westminster en 1644 y vehemente opositor al gobierno independiente de los congregacionalistas, conocido por su energía y profundo conocimiento en la ley Escocesa y por su convicción religiosa,  y Alexander Henderson (1583-1646), importante teólogo Presbiteriano y estadista eclesiástico, profesor de retorica y filosofía, este último es responsable de la elaboración final del Pacto el cual consiste en: 1) la Confesión de Fe del rey escrito por John Craig en 1581. 2) Las actas del Parlamento en contra la idolatría y papismo, y 3) la elaboración del juramento para mantener la verdadera religión reformada, Presbiterianismo. En una reunión memorable de la Asamblea General en 1643, Henderson fue elegido moderador por la tercera vez, y allí el presento un borrador de la famosa “Pacto y Liga Solemne” el cual fue recibido con gran entusiasmo. Henderson entonces es considerado como el segundo fundador de la iglesia reformada en Escocia, y la iglesia Presbiteriana le debe mucho de su organización. 

COMIENZOS

El documento “Pacto Nacional” fue un concepto brillante y a la vez una pieza inspirada de la escritura, y fue algo totalmente sin precedentes en la historia europea. La secuencia de acontecimientos que llevaron a su creación comenzó en 1603 cuando James VI de Escocia se convirtió también en rey de Inglaterra e Irlanda en la muerte de Elizabeth. Escocia y los Escoceses estaban ahora en una relación nueva y confusa, ni estaban obligados políticamente con Inglaterra ni en un estado totalmente independiente. James, para su crédito, sostuvo a todos juntos durante 22 años hasta su muerte en 1625. Sin embargo, bajo su hijo, Carlos I, los problemas políticos empezaron para el reinado. Para 1637, Inglaterra e Irlanda estaban en estado de agitación completa, y los Escoceses, en términos simples, pusieron en marcha unarevolución” que cambiaria la idea de Reforma y política interna.
Charles estaba empeñado en tener una forma unificada de la observancia religiosa a lo largo de sus tres reinos y esta forma no sería Calvinista en naturaleza. En Escocia, en 1636 se publicó un nuevo conjunto de reglas para el culto: los “Cánones y Constituciones Eclesiásticas,” que se basó en el libro de gobierno de la Iglesia de Inglaterra de 1604. Históricamente cualquier cambio fundamental en la naturaleza de la adoración en Escocia habían desechado por la Asamblea general de la Iglesia de Escocia. Charles, sin embargo, con entusiasmo intentó forzar a los Presbiterianos hacia la iglesia Anglicana, e impuso estos cambios a través de simples prerrogativas reales

De la misma manera arbitraria un nuevoLibro Común de Oraciones” se emitió el 23 de julio 1637 El rey estaba jugando rápido y negligentemente con algo que significaba mucho para la gente común de Escocia - la forma en que adoraban a Dios. La indignación pública como era evidente creció.

EL INICIO DE LA REVOLUCION

En ese día muchos ministros simplemente ignoraron la orden de utilizar el nuevo libro de oraciones. Cuando el obispo de Brechin colocó sobre su atril ante su congregación estaba flanqueado ostentosamente con dos pistolas cargadas. En la catedral de St Giles, cuando el ministro empezó a leer el libro Común de Oraciones, Jenny Geddes agarró su taburete y se la arrojó

Y así, la crisis se desarrolló. El apoyo a los cambios del rey era casi inexistente en todos los niveles de la sociedad y la oposición fue fuerte, vehemente y crecía a cada momento. En enero 1638 el Consejo Privado de Escocia, la agencia ejecutiva del Gobierno Real, se vio obligado a reunirse en Stirling, tal era el nivel de disturbios civiles en Edimburgo.
 
Los manifestantes luego dieron un gran paso cuando establecieron una autoridad paralela a la del Consejo, conocida como las "Mesas” o el comité ejecutivo revolucionario.  Esto tenía la representación de cada uno de los cuatro estamentos del reino; nobles, nobleza, burgueses y clérigos. Sin embargo, no tenía ninguna autoridad constitucional alguna. Pero se convirtió en el foco de las protestas de la nación.
Fue esta demanda de protesta significativa y una acción eficaz que condujo directamente al Pacto Nacional siendo redactado por Johnston y Henderson. El 27 de Febrero este primer borrador fue leído en una reunión de nobles y ministros y algunos retoques se llevo a cabo. La tarde siguiente, después de una ceremonia religiosa en Greyfriars, el pacto fue mostrado solemne y debidamente firmado por la nobleza, los Barones menores y la alta burguesía


Destacan en este documento, incluso ahora, más de 370 años después, la firma audaz y clara de James Montrose, Quinto conde, que pronto sería el primero marqués. Uno de los primeros en firmar el Pacto Nacional en protesta por la prepotencia del rey, pero después se cambió al bando del rey y sería capitán general de Charles I en la guerra que desgarró a través de Escocia seis años más tarde.
Para el 2 de Marzo hubo varias copias que circulaban por todo el reino mientras la gente común hacia línea durante horas para dejar su huella en el pergaminorebelde.”
 
La brillantez del propio documento mismo y su utilización como una herramienta para lograr el cambio político, social y económico se puede ver en un número de maneras. En primer lugar, se unieron una sensación nacional de agitación que fue al principio en forma indirecta. También formó efectivamente una plataforma para licenciar nuevas medidas. Cuidadosamente redactada no causaría malestar a nadie de una persuasión Protestante independientemente de su posición en sus extensivos temas. Pues aunque Henderson y Johnston se oponían con vehemencia a la idea misma de Obispos, y ya que desde la más pura fe Presbiteriana sólo se requiere el ministro entre cada alma sincera y Dios, ninguna mención de los obispos se hizo en el texto. Por lo tanto, no alejaría a cualquiera de una persuasión Episcopal, quien a su vez, estaban firmando en protesta por lo que veían como el ataque del rey en la autoridad de sus obispos.

Además, el Pacto Nacional involucró a todos los signatarios en igualdad de condiciones, independientemente de su rango en la sociedad, y se exigió el compromiso inequívoco de cada uno de ellos. Por otra parte, al referirse a la “Confesión de fe” de 1581 y varias otras leyes posteriores del Parlamento, el Pacto Nacional destaca que todos los Escoceses tenían el derecho y el deber de mantener la "verdadera religión de Dios", es decir el Presbiterianismo y que dicha religión se estaba unida con la autoridad del rey. Así que se une ingeniosamente la lealtad al rey con, subordinada con la lealtad a la Kirk [Iglesia]. Además se puso más énfasis para aclarar que la lealtad al rey dependía de "conjunción bendita y leal" con la “verdadera religión” [Presbiterianismo].

Implícita en esta redacción fue la noción de que cualquier rey que altere la "verdadera religión" [Presbiterianismo] debe ser resistido. Esta justificación de la resistencia armada contra el monarca hizo del “Pacto Nacional” un documentorebelde.”  Sin embargo, la clara implicación de que un individuo podría fijar su conciencia privada en contra de sus obligaciones para con el Rey y el Estado le hizo revolucionario. Y así todos los signatarios que hasta entonces habían sido meramente suplicantes al Rey ahora tenían un nuevo nombre, esto es “Pactantes” [Covenanters].

Caesar Arevalo


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