LA VERDAD

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jueves, abril 25, 2013

ES LA FE UN "DON" DE DIOS SEGUN EFESIOS 2:8?





Τῇ γὰρ χάριτι ἐστε σεσῳσμένοι διὰ πίστεως· καὶ τοῦτο οὐκ ἐξ ὑμῶν, θεοῦ τὸ δῶρον·



Pablo afirma la implicación teológica y un resumen de lo que tiene dicho en los versículos 1-7. Él escribe:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe - y esto no de vosotros, pues es don de Dios - no por obras, para que nadie puede presumir. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer el bien obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”

En resumen, Pablo dice que el poder y la gracia de Dios efectua  nuestra justificación y santificación, y como la justificación es "no por obras", e incluso las obras de nuestro santificación han sido "preparadas de antemano," la conclusión es que "nadie puede gloriarse" de cualquier parte de nuestra salvación.

Los comentaristas no están de acuerdo en cuanto a si las palabras  "y esto no de vosotros, pues es la don de Dios" se refiere a la "fe," o alguna otra cosa, como por ejemplo la idea total de la salvación por gracia. 

El desacuerdo se debe a que mientras que "esto" ( TOUTO)  es neutro en el Griego, la "Fe" (PISTEOS)  es femenino, y algunos sostienen que el pronombre neutro no puede referirse al sustantivo femenino.

Esta discusión es importante, al menos, debido a que algunos Arminianos toman ventaja de desacuerdo para afirmar que la fe no es algo dado soberanamente por Dios, sino que es algo que decidimos tener por nuestra propia y libre voluntad. Sin embargo, este versículo no ayuda al Arminianismo por lo menos por las siguientes razones.

En primer lugar, la fe bíblica no es algo por la que se obtiene la salvación de Dios, sino que es el medio por el cual Dios aplica la salvación para nosotros. Además, la Escritura atestigua explícitamente que se trata de algo que Dios soberanamente nos da, y no es algo que producimos en nuestras mentes por nuestra propia y libre voluntad, pues la libre voluntad es algo que no tenemos  en primer lugar.

En segundo lugar, es un error pensar que un pronombre neutro no puede hacer referencia a un nombre femenino en Griego. Pero incluso si "esto" no se refiere estrictamente a la "fe" en este caso, sino que se refiere a la idea de la salvación por gracia, ello no excluye la fe – sino que simplemente se refiere a algo más, pero incluye a la fe. Además, incluso si las palabras "esto no es de vosotros mismos"  no se refieren directamente a la  "fe,"  no podemos ir más allá de lo que el versículo no dice e imponer  a la palabra "fe" lo que el versículo no dice. Es decir, el verso no dice, "esta fe es de vosotros, pues no es un don de Dios."

En tercer lugar, aparte del argumento gramatical, hay razón para creer que "esto" se refiere a "Fe" en el versículo 8. Una vez más, el versículo dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe - y esto no de vosotros, pues es don de Dios."  Ya que "gracia " divina en la salvación es algo que Dios nos da y ejercita en nosotros, y no es en absoluto algo producido o ejercido por nosotros, parecería redundante e innecesario decir que la "gracia"  es "no de vosotros."
Por otro lado, puesto que la fe es algo que sucede en nuestra mente y no en Dios mente, es mucho más fácil de confundir como un producto de nuestra propia voluntad y poder, pensando que tenemos fe porque decidimos creer de nuestro propio "libre albedrío". 

Ya que el hombre de pecado  tiende a pensar que la fe es un producto de su propia voluntad, pensando  que tenemos fe porque decidimos creer por nuestra propia voluntad, pero ya que la fe es en verdad un don de Dios, entonces tendria sentido que el apóstol aclarara aquí, para que no por "error" creamos que la gracia viene de Dios (que a su vez, es cierto por definición), pero que la fe viene de nosotros.

Cuarto, aun si ignoramos por completo el Griego y el resto de partes de la Escritura, el contexto inmediato del versículo (2:1-10) prohíbe la idea de que el hombre tiene un papel positivo en su propia salvación.

Los versículos 1-3 describen nuestra depravación espiritual antes de la conversión, diciendo que estábamos muertos en transgresiones y pecados, que seguimos a la carne, el mundo y el diablo. Entonces, versículos 4-7 enseñan  que es la iniciativa de Dios - el amor, la gracia y la bondad - que nos ha levantado  y sentado con Cristo. Vemos expresiones como, "su gran amor por nosotros" "... Dios es rico en misericordia", "[Dios] nos dio vida juntamente con Cristo", "Dios nos resucitará con Cristo "," [Dios] nos hizo sentar con él" , "... que él puede mostrar su gracia ..." , "... se expresa en su bondad para con nosotros",  y así sucesivamente. 

Los versículos 8-10 continúan del contexto anterior  y son claramente destinados a atribuir todo el poder y la iniciativa de Dios en nuestra salvación. Estos versículos incluyen expresiones como: "por gracia sois salvos", "esto no de vosotros," "que es el don de Dios","no por obras", " para que nadie se gloríe "," nosotros somos la obra de Dios" "Creados en Cristo Jesús para buenas obras", "las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos por ellas ".

Todo el pasaje subraya nuestra depravación y la incapacidad, y la gracia de Dios y el trabajo de Dios - que eramos totalmente pecadores e impotentes, y que todo bien espiritual producido en nosotros viene de la gracia y el poder soberano de Dios. Entonces, ¿cómo hacemos para tener una fe que proviene de "libre albedrío" de repente? Sería completamente incompatible con el contenido y la intención de toda la sección.

Por lo tanto, incluso si no podemos resolver las diferencias gramaticales, no existe diferencia teologica. El punto es que todos los aspectos y todas las etapas de la salvación son totalmente "el don de la Dios" y "no de vosotros." Ya sea que estemos hablando de la gracia o de la fe, o cualquier otro aspecto de la salvación, nada de esto viene de nosotros, de modo que "nadie se gloríe."

La justificación por la gracia mediante la fe no conduce al libertinaje, sino más bien a la santificación, ya que Dios "creó [nos] en Cristo Jesús para buenas obras." Y si no podemos  presumir de nuestra justificación, tampoco podemos presumir de nuestra santificación, porque las buenas obras que hemos de hacer han sido "preparados de antemano para nosotros para hacerla." En su gracia soberana, Dios ha predestinado todo en la salvación, incluyendo tanto nuestra fe y nuestras obras.

A pesar que nuestra fe se ha dicho con razón que es "nuestra" fe, en el sentido de que pasa en nuestra mente, es de hecho un regalo de Dios - que Dios es el que produce la fe en nuestras mentes. Lo mismo ocurre en la santificación. Aunque nuestras obras se ha dicho con razón que  son nuestras obras, ya que somos nosotros los que los realizan, aún así, Dios es el que nos otorga la voluntad y la acción en nuestras buenas obras. Por lo tanto, Pablo escribe: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad "(Filipenses 2:12-13)

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