
SINERGISMO
Sinergismo es la doctrina que el acto de nacer de nuevo es alcanzado a través
de la combinación de la voluntad humana y la gracia divina. ( del Griego ,
“sunergos” trabajar juntos).
En otras palabras sinergistas creen que la fe en si misma, un principio independiente
y autónomo de la acción de la gracia de Dios, es algo que el hombre natural
debe de agregar o contribuir hacia el precio de la salvación, es decir al
sacrificio de Cristo. El hombre no-regenerado en este caso esta solo con su
“libre albedrio” y su habilidad natural para creer o rechazar a Dios.
Sinergistas enseñan que la gracia de Dios toma parte en el camino a la salvación
pero que la “libertad del hombre” ( Libre albedrio) debe de determinar el
resultado. Esto hace esto a través de un principio autónomo dentro de su
no-renovada voluntad para producir un pensamiento correcto hacia
Dios. Pero las escrituras son claras, mientras el hombre natural odie a
Dios, el no vendrá a Él. En este sistema, la gracia es solamente una oferta o
ayuda pero no hace nada en cambiar el corazón del hombre su hostilidad hacia
Dios. De acuerdo al sinergismo, Dios mirara en forma favorable solo a aquellos
hombres naturales que pueden producir o contribuir fe, independientemente del llamado
interior de Dios o de la renovación interior.
Esto es un delicado y serio error que está infectando la Iglesia protestante en
este siglo. Es una mal entendimiento de la enseñanza bíblica referente a la
profundidad de nuestra naturaleza caída.
Como es diferente el Monergismo?
En contraste al sinergismo, el Cristianismo Histórico, explicado de la mejor
manera por Agustín y los Reformadores, rechazarían la posición sinergista y darían
honor a la posición más bíblica del monergismo.
La posición Monergista enseña que la salvación es enteramente de Dios, el
trabajo exclusivo de Dios. El hombre no contribuye en nada a su salvación hacia
el precio de su salvación y que solo es salvo incondicionalmente por la gracia
de Dios a través de la fe. La Fe en si misma es un don de Dios y no la causa de
la regeneración. Veamos los textos siguientes bíblicos:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; ( Efesios 2:8)
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios. ( Juan 1:13)
que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda
que se arrepientan para conocer la verdad,( 2 Timoteo 2:25)
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él,
sino también que padezcáis por él,( Filipenses 1:19)
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.( Hebreos 12:2)
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que
ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.( 1 Juan 5:1)
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es
en Cristo Jesús,( Romanos 3:24)
Entonces vemos que la gracia de Dios descansa enteramente en su soberana
voluntad, “ en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,” ( Efesios 1:5).
Entonces, Dios no salva porque el sabe “quienes van a creer en El,” pues aparte
de su gracia, no existe nadie que pueda tener fe en Cristo de si mismo, Dios
salva a pecadores por el “puro afecto de su voluntad.” Y esto es así, pues el
hombre está muerto en pecado, esto es un hecho y verdad Bíblica, “Como está
escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien
busque a Dios.” ( Rom. 3:10-11). Por lo tanto se necesita “regeneración” antes
de creer, Dios debe efectivamente levantarlos de la muerte, “aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos),” ( Efesios 2:5). Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados, ( Colosenses 2:13)
La Regeneracion es el trabajo absolutamente de Dios.
Antes de seguir, definamos el término “monergismo.” La palabra “monergismo”
consiste de dos palabras Griegas, la primera es el prefijo “mono” que significa
“uno,” y la segunda “ergon” que significa “trabajar.” Poniendo juntas estas dos
palabras significa el “trabajo de uno.” Aplicando a la teología, monergismo es
entonces, el trabajo de Dios sin ninguna contribución del hombre en la salvación
de este, es decir, el “nuevo nacimiento” o regeneración es simplemente el
trabajo del Espíritu Santo en el corazón de piedra del hombre muerto en delitos
y pecados.
El hombre no regenerado en su esclavitud al pecado, desea pecar antes de desear
a Dios mismo. Así de esta manera, monergismo es otra forma de entender la
doctrina de la “salvación por gracia solamente.” Se debe de enfatizar que la
gracia de Dios es la única eficiente causa en el iniciar y efectuar la renovación
de nuestra voluntad caída a la conversión: “los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (
Juan 1:13)
El monergismo explica entonces como es el proceso de la salvación, el
cual es el primero paso para que una persona venga a Cristo por fe. Solo
Dios tiene el Poder de traer al hombre muerto en delitos y pecados a Cristo por
la fe salvadora. Mientras Dios no actúe y opere en el espíritu del hombre caído,
el hombre es hostil a Dios y está en enemistad.
El Concilio de Orange (529) se llevó a cabo para combatir la herejía de los
Pelagianos y semi-pelagianos, el canon 7 dice lo siguiente:
CANON 7: Si alguien afirma que podemos formar una opinión correcta o hacer
una decisión correcta el cual se relaciona con la vida eternal, como es
expediente para nosotros, o que podemos ser salvos, esto es, aceptamos a la predicación
del evangelio a través de nuestros poderes naturales sin la iluminación y la inspiración
del Espíritu Santo, que hace a todos los hombre confirmar a creer a la verdad, está
siendo engañado por un espíritu herético, y no entiende la voz de Dios que dice
en el evangelio, “porque aparte de mí, no pueden hacer nada” (Juan 15:5),
y la palabra del Apóstol, “no que somos competentes en nosotros mismos para
decir que algo viene de nosotros, pues nuestra competencia viene de Dios” ( 2
Corintios 3:5)
Ejemplos de monergismo
Los principios de la doctrina de la regeneración monergista está claramente
especificada en los siguientes textos: “Por tanto, os hago saber que
nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede
llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.” ( 1 Corintios 12:3),
esto significa que la solo el Espíritu de Dios puede regenerar el espíritu
muerto y hacer que diga Jesús es Señor, pues como dice Pablo en 1 Corintios
2:14: Es imposible que el hombre natural busque a Dios y entienda el evangelio
de Cristo, pues como dice las escrituras, el hombre natural no entiende las
cosas del Espíritu de Dios.
En hechos 16:14 leemos la historia de Lidia que fue enseñada el evangelio por
Pablo, y “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de
la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el
corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.” Este
pasaje claramente enseña que no es la predicación de Pablo que abrió el corazón
de esta mujer, pero Dios por su gracia opero el cambio en Lidia para que esta
escuchara el evangelio de Cristo por boca de Pablo.
Aquí se cumple lo que el profeta en Ezequiel 36:26-27, “ Os daré corazón
nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra.”
Jesús mismo en su ministerio en la tierra, confirma lo dicho por Ezequiel, Jesús
afirma que nadie puede venir a él, al menos que el Padre le otorgue el venir a Jesús
y lo relaciona con la vida que el Espíritu da a los escogidos:
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que
yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros
que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no
creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno
puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. ( Juan 6:63-65)
Nuestra entera salvación es desde el principio hasta el final, el trabajo de
Dios, monergismo. Hebreos 12:2 dice que Jesús es el autor y consumador de la
Fe, es decir nadie puede tener fe salvadora de sí mismo, pues la fuente de
origen de esa fe es Jesús mismo, y es en el que nuestra fe debe de estar
puesta, “ puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el
cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
En conclusión, el hombre natural, esclavo del pecado, muerto en sus delitos no
tiene el poder ni la voluntad de buscar a Dios y mucho menos de creer en él, al
menos que Dios por su Espíritu Santo le regenere y así pueda creer con la Fe
que Jesús le da, pues la fe en un don de Dios. Esto significa que la obra de la
salvación es monergista, es decir depende del trabajo absoluto de Dios, sin la
ayuda adicional del hombre, pues como dice la evidencia Bíblica, el hombre es incapaz
de buscar a Dios y generar fe para creer en él.
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