LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

sábado, julio 21, 2012

Heinrich Bullinger y su Teologia Pactual en sus 12,000 CARTAS






Heinrich Bullinger (Julio 18, 1504-Sept. 17, 1575)

Fue un reformador Suizo, successor de Huldrych Zwinglio como cabeza de la Iglesia en Zurich. A los 15 años sus padres le enviaron a la Universidad de Cologna, justo en el tiempo que Lutero era famoso en todas las universidades de Europa. Comenzo a estudiar a Pedro Lombardo y sus obras la cual el comparo con los escritos de los Padres Apostolicos y con la misma Biblia. En 1520, comenzo a estudiar a Lutero y concluyo que Lutero fue mas fiel a los padres de la Iglesia que Lombardo. En 1521 Bullinger comenzo a estudar a Melanchton y tamien fue impresionado los escritos teologicos del Reformador.

Para este entonces, Bullinger llegó a la conclusión que Martin Lutero estaba en lo correcto y se declaró seguidor de Lutero.

En 1527, paso cinco meses estudiando en Zurich los lenguajes antiguos y asistia regularmente a las disertaciones de Zwinglio. En 1529, el padre de Bullinger anunció que el había estado predicando falsas doctrinas por años y ahora renuncia esas creencias para abrazar la causa Protestanste, como resultado su congregación decidió removerle de su posicion de sacerdote. Muchos candidatos fueron invitados a predicar sermones para ver quien seria el que le reemplazaria, incluyendo su hijo, Bullinger. Los sermones de Bullinger eran tan poderosos que inmediatamente llevó a que muchos rompieran estatuas de las Iglesias locales y muchos comenzaron a quemar imagenes religiosas de las capillas y monasteries.

En la vida familiar, Bullinger fue un hombre caritativo y buen padre. A todos sus once hijos el les escribía poemas en navidad y todos sus hijos fueron pastores Cristianos.

Depues de la derrota de Zwinglio en la Batalla de Kappel (Octubre 11, 1531), en donde Zwinglio murió, Bullinger tuvo de salir de la region de Aargau pues esta tenía que retornar al dominio Catolico, sin embargo el pueblo no quería que se retire, pues su fama de predicador hizo que pronto reciba ordenes para ser pastor de Zurich, Basilea y otras ciudades.

Cuando Bullinger llegó a Zurich y predicó el primer domingo despues de su llegada, muchos fueron impactados por la fuerza de su sermon y el poder del contenido que muchos pensaron Zwinglio habia literalmente resucitado: “el sermon era como un relampago desde el pulpito que muchos pensaron que Zwinglio no estaba muerto y se levanto como el ave fenix.”

Bullinger se constituyó rapidamente como un acérrimo defensor del sistema eclesiastico desarrollado por Zwinglio. Bullinger era un poderoso escritor y profundo pensador, su espíritu fue esencialmente unificador y simpatetico.

Bullinger tenia diferencias en el tema de la Cena del Señor con Lutero. Con Calvino, Bullinger concluyo en 1549 el Consensus Tigurinos referente a la Cena del Señor.

Bullinger organizó su doctrina completa del Cristianismo alrededor del Pacto, el cual el desarrolló desde la teologia de Zwinglio. Su punto de partida fue Genesis 17 acerca del pacto condicional con Abraham, el pueblo de Dios debe de continuar el cumplir la ley de Dios. En el plan de Dios, la promesa Abrahámica fue completa en la venida de Cristo. Bullinger vio en Genesis 17 como la proclamación del evangelio para todas las naciones. Para Bullinger la Gloria de la Reformacion fue una renovacion del pacto Abrahámico en Genesis 17. Los sacramentos del Bautismo y la eucaristia fueron “sellos” del Pacto, una palabra clave en toda la Reforma Protestante.

El pacto segun Bullinger fue una promesa divina para una “nación.”  Su teologia estuvo lleno de implicaciones politicas y sociales. 

Teólogos Reformados edificaron la teologia Pactual sobre la teologia de Bullinger,  especialmente en Inglaterra.

Bullinger jugó un papel importante en la redacción de la Segunda Confesion Helvetica de 1556. Esta Segunda Confesión Helvética se originó en su testamento personal de Fe. Esta confesion de Fe fue adoptada en Suiza (1556), Hungria (1567), Francia (1571), y Polonia (1578), y con el Catecismo de Heildeberg es la mas reconocida confesion de la Iglesia Reformada.

Aparte de sus trabajos teológicos en la fe Reformada, Bullinger tambien era dado a escribir temas de historia de gran valor. Una de sus obras es “Tiguriner Chronik” la cual contiene la historia de Zurich desde tiempos romanos  hasta la Reforma de su tiempo. Bullinger escribió en detalle la cronologia Biblica, en la cual indica que la Biblia ofrece una referencia fiel y normativa para toda la historia antigua.

Durante su vida, Bullinger dedicó sus esfuerzos a la unidad de la Iglesia a nivel continental e hizo todo lo posible para unir el fragmentado mundo Protestante.

En la actualidad existe cerca de 12,000 cartas de Bullinger, la correspondencia mas extensa preservada desde el tiempo de la Reforma. Bullinger fue un dotado e impresonante escritor que sobrepaso a Erasmo de Rotterdam.  El escribió en Griego, Latin, con citaciones en Griego y Hebreo. Bullinger era amigo personal de teólogos Reformados, Anglicanos, Luteranos y Bautistas y Enrique VIII, Elizabeth I de Inglaterra, Cristiano II de Dinamarca, Felipe I, y Federico III el protector palatino.




EXTRACTOS DE LA CONFESION HELVETICA ( Marzo 1, 1556)

Introducción

Confesión y sencilla explicación de la verdadera fe y de las doctrinas católicas de la pura religión cristiana. Publicada de común acuerdo por los ministros de la Iglesia de Cristo en la Confederación Helvética residentes en Zürich, Berna, Schaffhausen, San Gall, Chur, los Grisones e igualmente Mühihausen y Biel, a los cuales se han unido también los ministros de la iglesia de Ginebra con el fin de testimoniar a todos los creyentes que sepan que están en la verdadera y primitiva Iglesia de Cristo y que no propagan falsas doctrinas, por lo cual nada tienen en común con estas o aquellas sectas o con errores doctrinarios.Y damos a conocer esta Confesión también con el objeto de que todos los creyentes puedan juzgar por sí mismos.


Rom. 10:10 «Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se hace confesión para salvación».

Zürich, imprenta de Christoph Froschauer, mes de marzo de 1566.

Artículo 1

LA SAGRADA ESCRITURA ES LA VERDADERA PALABRA DE DIOS

Los escritos Canónicos.

Creemos y confesamos que los libros canónicos de los santos profetas y apóstoles en ambos Testamentos son la verdadera Palabra de Dios que poseen fuerza y fundamento suficientes sin necesidad de ser confirmados por los hombres. Pues Dios mismo ha hablado a los  padres, profetas y apóstoles  y  prosigue hablándonos a nosotros por las Sagradas Escrituras.

Toda la Iglesia de Cristo dispone, pues, de una completa exposición de lo que corresponde a un pura enseñanza de la fe salvadora y de la vida agradable a Dios. Por eso prohíbe Dios claramente que se añada o quite nada a lo que está escrito
Los escritos Canónicos.
          
Toda la Iglesia de Cristo dispone, pues, de una completa exposición de lo que corresponde a un pura enseñanza de la fe salvadora y de la vida agradable a Dios. Por eso prohíbe Dios claramente que se añada o quite nada a lo que está escrito.
Articulo 2

LA INTERPRETACIÓN DE LAS  SAGRADAS ESCRITURAS,
LOS PADRES DE LA IGLESIA, LOSCONCILIOS Y LAS TRADICIONES

Tradiciones humanas.

Igualmente renunciamos a las tradiciones humanas. Bien pueden ostentar títulos llamativos como si éstos fueran de origen divino o apostólico. Para ello invocan que mediante la tradición oral de los apóstoles y la tradición escrita de varones apostólicos han sido legadas a la Iglesia de un obispo a otro. Pero si se comparan dichas tradiciones con las Escrituras se advierte que no están de acuerdo con ellas, y en esta contradicción se demuestra que no son apostólicas, ni mucho menos. Así como los apóstoles no han enseñado nada contradictorio, tampoco los Padres apostólicos han manifestado nada contradictorio a los apóstoles mismos. Supondría realmente una blasfemia el afirmar que los apóstoles, al hablar, contradijesen a sus propios escritos. Pablo manifiesta claramente que ha enseñado lo mismo en  todas las iglesias (1 Cor. 4:17). Y repite: «No os escribimos otras cosas de las que leéis o también conocéis» (2 Cor. 1:13). En otras ocasiones afirma que él y sus discípulos, o sea, varones apostólicos siempre han seguido el mismo camino y que igualmente todo lo realizan con el mismo espíritu (2 Cor. 12:18). Los judíos poseían también la tradición de los «Antiguos»; pero el Señor se opuso duramente a ella, demostrando que su  observancia era obstáculo a la Ley de Dios, a la cual dicha tradición no da la gloria que a Dios corresponde (Mat 15-3  y 6; Marc. 7:7).

Artículo 3

        DIOS EN SU UNIDAD Y TRINIDAD
El Dios trino.                           

   Igualmente creemos y enseñamos que  ese Dios infinito e indivisible e inmezclable es diferenciable en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y esto de la siguiente manera: El Padre ha engendrado al Hijo desde la Eternidad; el Hijo ha nacido en forma inenarrable; el Espíritu Santo proviene de ambos desde toda eternidad y ha de ser adorado con ambos. Esto significa que no se trata de tres dioses, sino de tres personas esencialmente iguales, igualmente eternas, igualmente en todo y no obstante diferentes entre sí, siguiendo una a la otra ordenadamente y siendo siempre iguales.


Artículo 8

  LA CAÍDA Y EL PECADO DEL HOMBRE Y LA CAUSA DEL PECADO

Dios no es el causante del pecado y qué debe entenderse por «endurecimiento».

 Artículo 9

LA LIBRE VOLUNTAD Y OTRAS  FACULTADES DEL HOMBRE
Su entendimiento está oscurecido y su libre voluntad se halla sujeta; porque no sirve al pecado involuntaria, sino voluntariamente. El hombre hace lo malo voluntariamente. El hombre es incapaz de hacer el bien mediante sus propios recursos
Artículo 10

                  LA PREDESTINACIÓN DIVINA Y LA ELECCIÓN DE LOS SANTOS

En Cristo somos elegidos y predestinados.

De manera que Dios, usando de medios (pero no a causa de algún mérito nuestro) nos ha elegido en Cristo y por causa de Cristo, de donde resulta que los elegidos son aquellos que ya por la fe han sido plantados en Cristo. Los réprobos o no elegidos son quienes no están en Cristo, según el dicho apostólico: «Examinaos a vosotros mismos para ver si estáis en fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos que Jesucristo está en vosotros? Si así no fuera, es que estaríais desechados» (2.a Cor.13:5).

Articulo 14

 El  arrepentimiento es un donde Dios.

De manera terminante manifestamos que dicho arrepentimiento es un puro don de Dios y no obra de nuestra propia capacidad. Pues el apóstol ordena:  «Un siervo del Señor... corrija con mansedumbre a los que se oponen: por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad» (2 Tim. 2:25).

Articulo 15
Justicia imputada

Porque Cristo tomó sobre sí los pecados del mundo y los ha borrado, satisfaciendo de esta manera la justicia divina. Únicamente por causa de Cristo, que ha padecido y resucitado. 

Dios mira  misericordiosamente  nuestros  pecados y no nos los imputa. Por el contrario, nos imputa la justicia de Cristo como si fuera la nuestra propia:  Así, no somos solamente lavados, purificados o santos, sino que también somos hombres que han recibido, además, la justicia de Cristo (2 Cor. 5:19; Rom. 4:25). 

Por consiguiente, somos indultados de los pecados, la muerte y la condenación y somos justos y herederos de la vida eterna. En realidad, pues, sólo Dios nos declara justos y lo hace, por cierto, a causa de Cristo en tanto no nos imputa los pecados, sino la justicia de Cristo.

Justificación

sólo por la fe.

  Dado que recibimos esa justificación no en virtud de estas o aquellas buenas obras, sino únicamente por lo fe en la misericordia de Dios y en Cristo, enseñamos y creemos juntamente con el apóstol que el hombre pecador es justificado sólo por la fe en Cristo, pero no por la Ley o por algunas obras. Pues el apóstol dice:  «Así, llegamos a la conclusión de que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley" (Rom. 3:28). Aún más: «Si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse; pero no ante Dios. Porque ¿qué dice la Escritura?: Y creyó Abraham a Dios y le fue imputado como justicia... Mas al que no obra, pero cree en Aquél que justifica al impío, la fe le es contada  por justicia» (Rom. 4:2 sgs.; Gen. 15:6). Y a continuación: «Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no se debe a vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Efes. 2:8 y 9).


Traducción Caesar Arevalo


BIBLIOGRAFIA

UNIVERSITY OF ZURICH  http://www.irg.uzh.ch/index.html

“THE REFORMATION-A History”---2004, McCullogh, D.

No hay comentarios: