LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

jueves, septiembre 08, 2016

EL USO DE LOS SALMOS EN LA REFORMA DE LA IGLESIA


INTRODUCCION

La Reforma del sigo 16 en Europa llega a su climax en la adoración pública la cual es su distintivo en la liturgia Reformada. La doctrina de la justificación por la fe, rompió la doctrina de la justificación por obras del catolicismo Romano, pero esto fue solo el inicio en el largo viaje a la verdadera Reforma en la iglesia Cristiana. Los Reformadores, buscaban exactamente eso, "el reformar" a la Iglesia, y la verdadera Reforma empieza en la adoración. Esto fue la parte crucial y distintiva, y así lo entendió Calvino, y despues de él los reformadores en Escocia, Inglaterra y otras partes de Europa.
El "pasar por alto" el uso de los salmos en la adoración pública en la Reforma protestante es ignorar la parte mas importante en la historia de la misma. El pretender ser "ref0rmado" y rechazar los salmos en la liturgia es volver al estado pre-reformado.

En la siguiente lectura, el Dr. Louis P Benson nos brinda en forma breve la situación al principio de la Reforma en Europa, y como Calvino luchó para introducir la Salmodia como parte de la liturgia en las nacientes iglesias reformadas.

TRANSFONDO CULTURAL

El movimiento para evangelizar a las partes de habla Francesa de Suiza se llevó a cabo por el poderoso cantón de habla alemana de Berna. Teniendo dependencias considerables en el territorio de habla Francesa, Berna, naturalmente, les deseó a seguir su ejemplo en la adopción de la fe Reformada, y les envió un grupo de misioneros celosos, de los cuales Guillermo Farel era el jefe. De esta manera los inicios de la reforma en la Suiza Franco parlante llevaba la impronta del tipo Zwingliana que caracteriza el movimiento en Berna, y este que a su vez había recibido de Zúrich.

Cuando Calvino llegó a Ginebra, en Julio de 1536, la Reforma ya se reconocía en existencia. Bajo la dirección de Farel, la Misa se había suspendido, todos los días festivos excepto el Domingo habian sido abolidos, los altares y las imágenes, e incluso las pilas bautismales, se retiraron de las iglesias. Pero la obra de construcción de una iglesia Reformada en el lugar ya despejado apenas había comenzado.

En las propias palabras de Calvino:

"En mi primera llegada a esta ciudad, el Evangelio fue predicado en efecto, pero las cosas estaban en el mayor desorden. Era como si el cristianismo consistía en nada más que el vuelco de imágenes ".

Farel era muy consciente de la situación, y reconocía en Calvino los dones constructivos que él mismo carecía; y cuando él había persuadido a Calvino para permanecer en Ginebra, la dirección virtual pasó a las manos de Calvino.

Farel no había, sin embargo, llegado a Ginebra bastante preparado en materia de creación de culto Reformado en el idioma Francés.  Su orden de culto no era más que una representación difusa al Francés de la Orden ya establecida en Bern.

Coincidiendo con la publicación de Neuchâtel, en 1533, Manière et Fasson de Farel  que fue el primer Orden del culto Reformado en Francés, hubo un movimiento para proporcionar a los Suizos de habla francesa con canciones protestantes.

En el mismo año y desde las mismas prensas, aparecieron dos tratados de canciones; estos fueron seguidos por una extensión de veinticuatro canciones, titulado simplemente noelz nouueaulx. Casi no hay lugar a dudas de que las mismas influencias estaban detrás de las canciones y del orden de culto, y que ambos por igual emanaban de Farel y su círculo. 

Estas canciones no se habían introducido en las oraciones públicas indicadas y  de predicación en Neuchatel, pero tomando en cuenta con lo que siguieron refuerzan la impresión de que la mente de Farel estaba predispuesta a seguir el liderazgo de Calvino en lugar de Zwinglio en materia de los cantos en la Iglesia.

En cuanto a la propia mente de Calvino estamos más plenamente informados. No tenía ninguna simpatía con la supresión de la alabanza congregacional, ya sea en Berna o en Ginebra. Él ya se había formado ese proyecto de introducir el canto congregacional en los servicios públicos que se convertiría en su contribución más distintiva del culto Reformado.

La posición que Calvino tomó fue claramente prefigurada en la primera edición de su Institutio, publicado antes de venir a Geneva. En el tercer capítulo ocupado de Oración da igual reconocimiento a dos tipos de oración pública, aquella en la que se hablan las palabras, la otra en la que se cantan. 

"Ninguno de estos tipos tiene ningún valor a menos que procede del afecto profundo del corazón. Pero, por otro lado, tampoco es condenable siempre y cuando se siga el afecto de la mente y este al servicio de ello."

Después de la observación de la situación de Ginebra por unos meses, Calvino elaboró cierto Articuli Regimiento ecclesiæ, exponiendo las cosas más esenciales para el correcto orden en la iglesia. 

Estos artículos fueron presentados al "Pequeño Consejo" por Farel, y, con su aprobación, se presentaron ante el "Consejo de los Doscientos", el 16 de enero de 1537. Este documento tenía el interés especial de revelar las muchas reformas que Calvino tenía en su corazón. También constituye la fuente documental fundamental para la historia de la salmodia de las iglesias Reformadas.

La primera parte de los artículos se ocupa de la Santa Cena de nuestro Señor y con el establecimiento de dicha disciplina como debe salvaguardar su pureza. Los artículos a continuación:

"La otra parte se refiere a los salmos, que deseamos que sean cantados en la iglesia, siguiendo el ejemplo de la Iglesia antigua, y de acuerdo con el testimonio de St. Paul, quien dijo que era una buena cosa cantar en la asamblea con la boca y corazón. No se puede concebir la mejora y edificación, que vendrá de esto hasta después de que la hemos probado. En nuestra práctica actual, sin duda, las oraciones de los fieles son tan frías como para reflejar tanto descrédito y confusión. Los salmos nos cambiarían para levantar el corazón a Dios, y nos excitan al fervor en él y en la exaltación por la invocación de nuestras alabanzas la gloria de su nombre. Por este medio, sin embargo, los hombres descubrirían de qué beneficios y qué consuelo el Papa y sus partidarios han privado a la Iglesia, en la que se han apropiado de los salmos, que debería ser verdaderos cantos espirituales, pues se murmuran entre ellos sin ninguna comprensión de ellos. "

Calvino había pensado el método más práctico para proceder hacia un fin tan deseable. El párrafo siguiente de los artículos sugirió que al principio se debe hacer esta práctica con los niños. Ellos debían ser entrenados en alguna canción eclesiástica sobria, y que cantaran en voz alta y clara, mientras que las personas escuchan, y siguiéndolos en sus corazones, hasta que poco a poco se deben acostumbrar a cantar juntos como una congregación.

Al principio la falta de preparación fue evidente, y se hizo sentir lo radical que, en ese momento, la propuesta sencilla de cantar salmos era en realidad.

El "Consejo de los Doscientos" expresó una aprobación general de los artículos, pero es poco probable que Calvino avanzó en su proyecto de la salmodia. Su influencia se vio socavada por los cargos de herejía de Caroli, y sus propios puntos de vista y métodos, y esto produjo rápidamente el descontento y la lucha, y lo puso en tensas relaciones con el pueblo y el gobierno.

Al final, el Consejo de Ginebra resolvió (11 de marzo 1538)  introducir los usos de Berna en la iglesia de Ginebra. La medida fue tomada sin siquiera consultar a Calvino o Farel, y los dejó en una posición difícil. Para aceptar los usos litúrgicos impuestas por el Consejo involucraba su consentimieto a la proposición de que la Iglesia no tenían voz en la regulación de su propio ritual, sino que debe aceptarla de las manos de las autoridades civiles. Para ello, los Reformadores no estaban listos, y su negativa a cumplir de inmediato se hizo con el motivo de que fueran desterrados desde Ginebra (23 de abril, 1538), cuyo pueblo se encontraba bajo el yugo de su estricta disciplina intolerable, y dieron la bienvenida a la oportunidad de librarse de los disciplinarios.

Calvino y Farel apelaron el caso ante el sínodo que se reunió en Zurich el 29 de abril de 1538 y presentaron un documento elaborado por Calvino menos de catorce encabezamientos, de las condiciones en que estaban dispuestos a volver a Geneva.

En materia de disciplina eclesiástica no estaban dispuestos a ceder mucho. Pero dos puntos se mantuvieron firmes: En primer lugar, que la Santa Cena se debe administrar con mayor frecuencia; y en segundo lugar, que el canto de los Salmos debe ser parte de la adoración pública.

La segunda de estas salvedades en la conexión de este tipo es sin duda digna de mencionar. Hay que recordar que la uniformidad litúrgica sólo había sido alcanzada; que el canto de los Salmos no tenía hasta ahora ningún precedente en las iglesias de habla Francesa; y que el camino para lo que es posible no se había limpiado, los materiales para el empleo  no estaban a la mano. Pero eso, en aquellos momentos críticos de la iglesia, él haría la inauguración de la Salmodia la condición esencial de su regreso a Ginebra y la reanudación de su trabajo para la edificación de la Iglesia Reformada allí; esto revela indudablemente que la salmodia congregacional, la cual para Zwinglio fue una mera ceremonia para ser pasada por alto, era en el juicio de Calvino una ordenanza esencial para el correcto ordenamiento de la Iglesia de Cristo. La seriedad de esta convicción en la mente de Calvino fue el fundamento de la salmodia en las iglesias Reformadas, y a pesar de todas las dificultades que él experimentó para edificarla en la iglesia.

Trad, Caesar Arevalo


FUENTE: John Calvino y la salmodia de las iglesias reformadas: Siendo la primera de las conferencias sobre "La salmodia de las Iglesias Reformadas," Entregado en la Fundación L. P. Stone, en el Seminario Teológico de Princeton, en Febrero de 1907. Por Louis P. Benson, D. D.

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