UN MENSAJE DEL PURITANO COTTON MATHER PARA LOS GOBERNANTES DE LOS
ESTADOS UNIDOS
En los Estados Unidos hoy en día somos una nación en necesidad del
arrepentimiento por los pecados nacionales de gobernantes seculares y paganos: rechazo a la ley de Dios, de Su
Mesías y por la legalización del politeísmo al rechazar el Señorío de Cristo,
como Rey y Mediador; y como consecuencia la institucionalización y legalización
del homosexualismo, idolatría y secularismo ateo.
La situación actual hace que necesitemos otra vez que el Espíritu de
Dios trabaje en nuestra tierra de forma poderosa. La corrupción política es
evidente en los políticos a través de sus actos de idolatría, inmoralidad,
ateísmo y blasfemia en contra del único de Dios. Esto es verdad ahora más que
nunca.
El aclamado e influenciante teólogo y escritor Puritano de New England,
Cotton Mather (1663-1728) vio la sociedad de New England regresando a la
apostasía, y esto era en el pleno apogeo del Puritanismo en Inglaterra y América!
Cotton descendía de una piadosa familia de Puritanos influyentes. Su
padre, Increase Mather, fue presidente de la universidad de Harvard. Mather
escribió más de 450 libros y panfletos convirtiéndolo asi en el más importante
e influyente ministro y teólogo Puritano en New England. El gran deseo de
Mather Cotton era el traer a los Colonos a las enseñanzas y ética original
Puritana.
En respuesta a la creciente negligencia e indiferencia de los colonos a
la vida de santidad y fidelidad a Dios y su Palabra, Mather predicó un sermón
ante la Asamblea General de Massachussetts titulado “Cosas para que un pueblo en angustia piense” (1696). La introducción de su sermón fue así:
“En una Asamblea
General hay un Día de Convocación, a una provincia [colonias]entera, que han profesado
eminentemente la Religión del Señor Jesús Cristo; y algunos predican las
profecías vivientes del Señor Jesucristo, a tal provincia, que ahora trabaja
bajo señales mortales de su desagrado, es por esta razón que se convoca a este día.”
El mensaje de Cotton fue una advertencia de un juicio solemne sobre la tierra y nación. La iglesia en los Estados Unidos no desea darse cuenta que somos una nación que ha recibido la “Señal de su desagrado” desde ya un tiempo atrás hasta ahora. La nación no quiere confrontar nuestros grandes pecados nacionales, más bien la iglesia desea tropezar sin confrontar nuestros pecados. Vivimos en una nación en donde un largo segmento de la populación profesa a Cristo sin realmente conocerlo. El Cristianismo Americano es una fusión de su cultura del siglo 19, sin nada de sus precurores Puritanos, menos Reformados. Sin embargo la Iglesia evangélica y reformada en nuestra tierra parece estar contenta al permitir que muchos tropiecen y blasfemen el nombre de Dios, muertos espirituales llenando grandes edificios evangélicos cuya adoración no pasa del techo.
Mather enfatiza tres puntos basados en el texto para avivar a sus oyentes:
1.
“Que las lagrimas de una profunda humillación puedan
ser en este día derramadas sobre nosotros, sobre estos momentos tristes es que
derramamos esas lagrimas. Las lagrimas de un corazón humilde, quebrantado,
derretido, O permítenos acercarnos a esa agua, y derramarlo delante del Señor.”
Los
Estados Unidos necesita experimentar una profunda humillación espiritual por su
soberbia individual y social ante Dios y Su ley. Existen muy pocas lagrimas
reales en nuestros días sobre nuestros propios pecados como hombres, y el
pecado de nuestra nación. El aumento del sodomismo en todos niveles del gobierno es contra natura y un insulto a Dios. Nuestra nación necesita un sentir de pecado con un
corazón contrito y quebrantado de arrepentimiento (Salmos 51:17; Isaias 66:2).
Necesitamos orar para que nuestros líderes nacionales y de las iglesias que siguen fieles al Señor hagan así
como Israel lo hizo en 1 Samuel 7:6, y reconocer que nuestra nación ha pecado en
contra del Señor.
2.
“que nuestras oraciones fervientes de suplicación
puedan desde este día, levantarse entre nosotros,y por estas todas las ocasiones debemos orar.”
Mather
está llamando aquí a la gente a orar, en los Estados Unidos de hoy, la iglesia
no está mirando al Señor en oración de la manera a que es llamada a orar. La
iglesia reformada y evangélica falta el espíritu de oración y se han olvidado
las palabras de Santiago 5:16: “la oración efectiva de un justo puede mucho”.
En las iglesias de América, apenas oramos por nuestros líderes de las naciones o por el
estado de nuestra nación ante el Señor, ni siquiera hay creyentes profesantes
que estén tan listos como para traer estos asuntos ante el Señor en oración
privada. Es una religion débil y vergonzosa. Es un Cristianismo evangélico pietista, individulal y cobarde. las Iglesias Reformadas han abandonado el espiritu de lucha de llamar al Estado a someterse a Dios mismo. Esto es la evidencia de cuanto nos
hemos alejado de nuestros padres Reformados Presbiterianos.Mather en forma especial y particular hizo un llamado a sus oyentes a orar a Dios por sus bendiciones sobre la nación y su gente, y por la conversión de aquellos alrededor de ellos. Segundo, Mather llamó al pueblo a la suplicación en oración para que ellos puedan escapar del inminente juicio de Dios en su tierra blasfema e impia. Los Cristianos en los Estados Unidos deberían orar por arrepentimiento nacional y llorar a Dios en suplicación para que El nos haga volver del camino en donde estamos ahora mismo. Mather se adelanto a lo que vemos hoy en los Estados Unidos, imagínense, Mather escribió este sermón en 1696 y aunque las condiciones políticas y sociales han cambiado, sigue siendo vigente por la gran apostasía e impiedad en el gobierno de los Estados Unidos.
El también llamó a los ministros del evangelio para guiarnos al camino de la verdad del evangelio. Los ministros Americanos predican un evangelio diferente del que predico Pablo, Pedro, y los demas apóstoles. Es un mensaje dispensacional, alejado y alienado de toda teologia Bíblica histórica.Por eso existe un tal Osteen, Warren y otros falsos autodenominados apóstoles, y profetas. Esto debería ser un recordatorio sombrío para que los oficiales de la iglesia en América tomen en serio su llamado para que ellos puedan guiarnos y pastorear a los santos.
En nuestra nación hoy, tenemos muchos llamados ministros del evangelio quienes solamente entretienen y no predican el completo consejo de Dios, esto es una situación dramática y trágica en América hoy. Hay mas payasos en las iglesias de los que hay en los circos. Las llamadas “mega” Iglesias se han convertido en lugares de distracción y nada de revelación BIblica. Los falsos apostoles y profetas son payasos que comercializan con los incautos e ignorantes. Por primera vez vemos paganos que predican desde la Biblia sus herejías.
3.
“ que la importancia de una reforma total puedan ser
desde este día entre nosotros, sobre diferentes ocasiones para tales cuidados.”
Note que
Mather habla de una Reforma total en las Colonias Americas y en toda la tierra
del continente nuevo. De aquí se deduce que estamos llamados el esforzarnos
para una reforma en nuestra tierra, a través de
la predicación del evangelio, viviendo vidas santas, y presionando e
influenciando al gobierno por un gobierno piadoso y temeroso de Dios. Esto es
lo que los Reformadores enseñaban, los Puritanos y los Presbiterianos
Pactantes. La verdadera Reforma es llevar la gran comisión a todas las
naciones, esto incluye a los gobernantes.Debemos predicar el evangelio en toda su extensión. No debemos de comprometer el evangelio con las filosofías humanistas y ateas; debemos más bien luchar en contra todos los enemigos de Dios, su iglesia, y Su Cristo; porque sabemos que el evangelio últimamente triunfara!
Debemos trabajar para gobernarnos nosotros mismos en una manera temerosa de Dios, luchando para tener una estructura piadosa de gobierno y lideres que teman a Dios. Debemos de esforzarnos por esta gran Reforma en nuestra tierra.
Ahora debemos de presentarnos, llamando a todos a pensar en nuestros pecados nacionales, orando con ansiada suplicación que Dios será misericordioso a nuestra nación, y que nos esforcemos por una reforma, para tener una tierra en donde la iniquidad no sea recompensada, pero más bien en donde Cristo es Rey.
Caesar Arevalo