INTRODUCCIÓN
La práctica del día de Acción de Gracias en los Estados Unidos se fundamenta en la teología de los reformadores en Europa. El Directorio de Adoración Pública presbiteriana de 1645 menciona el día de Acción de gracias como parte de la adoración pública a Dios. Leamos lo que dice y como se debe de llevar a cabo.
REFERENTE A LA OBSERVACION
DE DIAS PUBLICOS DE ACCION DE GRACIAS
CUANDO deba
guardarse un día de ese tipo, notifíquelo, y de la ocasión, en algún momento
conveniente antes del dia, para que el pueblo se prepare mejor para ese dia.
Cuando llegue el
día, y la congregación (después de los preparativos privados) esté reunida, el
ministro debe comenzar con una palabra de exhortación, para incitar al pueblo
al deber para el cual se ha cumplido, y con una breve oración pidiendo la ayuda
y la asistencia de Dios, la bendición (como en otras reuniones para el culto
público) de acuerdo con la ocasión particular de su reunión.
Que entonces se haga
alguna narración concisa de la liberación obtenida, o de la misericordia
recibida, o de cualquier cosa que haya ocasionado esa reunión de la
congregación, para que todos puedan entenderla mejor, o tener la mente puesta
en ella y verse más afectados por ella.
Y, debido a que el
canto de salmos es de todas las demás la ordenanza la más apropiada para
expresar gozo y acción de gracias, cante algún salmo o salmos pertinentes con
ese propósito, antes o después de la lectura de alguna porción de la Palabra
apropiada para el presente asunto.
Luego, que el
ministro, que ha de predicar, prosiga con la exhortación y la oración antes de
su sermón, con especial referencia a la obra presente; después de lo cual,
predique sobre algún texto de la Escritura pertinente a la ocasión.
Terminado el sermón, que no sólo ore, como en otras ocasiones después de que se dirige la predicación, recordando las necesidades de la Iglesia, el Rey y el Estado (si antes del sermón se omitieron), sino que se amplíe en debida y solemne acción de gracias por las misericordias y liberaciones anteriores; pero más especialmente por lo que en el presente los convoca a dar gracias: con humilde petición por la continuación y renovación de las misericordias habituales de Dios, según sea necesario, y por la gracia santificadora para hacer un uso correcto de ellas. Y así, habiendo cantado otro salmo, adecuado a la misericordia, que despida a la congregación con una bendición, para que tengan un tiempo conveniente para su comida y refrigerio.
Pero el ministro
(antes de su destitución) debe advertirles solemnemente que se cuiden de todos
los excesos y disturbios, que tienden a la glotonería o la embriaguez, y mucho
más de estos pecados mismos, al comer y refrescarse; y cuidar que su regocijo y
gozo no sea carnal, sino espiritual, lo cual puede hacer que la alabanza de
Dios sea gloriosa, y que ellos mismos sean humildes y sobrios; y que tanto su
alimentación como su regocijo puedan hacerlos más alegres y duradero, más para
celebrar sus alabanzas en medio de la congregación, cuando regresen a ella en
la parte restante de ese día.
Trad Caesar Arevalo
FUENTE:
El directorio para
la adoración pública de Dios. Un ACTO del PARLAMENTO del REINO de ESCOCIA, que
aprueba y establece el DIRECTORIO para el Culto Público, EDIMBURGO, 6 de
febrero de 1645. Extraído de https://www.apuritansmind.com/westminster-standards/directory-of-publick-worship/
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