EL SACRIFICIO DE LOS NIÑOS A MOLOC
1 Habló
Jehová a Moisés, diciendo:
2 Dirás
asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de
los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc,
de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.
3 Y
yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por
cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi
santo nombre.
4 Si
el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere
dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,
5 entonces
yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de
entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con
Moloc. (Lev. 20:1-5)
CONTEXTO HISTORICO
Moloc, como se describe en el Antiguo Testamento de la
Biblia, era un dios amonita que requería un sacrificio propiciatorio de niños.
Una pareja sacrificaba a su primogénito quemando al niño en las manos de un
ídolo de metal de Moloc, creyendo que Moloc aseguraría la prosperidad
financiera para la familia y los futuros hijos. Los israelitas tenían
estrictamente prohibido practicar esta forma de adoración (Levítico 18:21, 20:
2-5; 2 Reyes 223: 10; y Jeremías 32:35) ya que está en clara contradicción con
la santidad de la vida expuesta en toda la Biblia.
El nombre "Molech" o "Moloc"
probablemente proviene de la palabra hebrea Melekh, que significa rey. Durante
mucho tiempo, se creía que Moloch era otro nombre para Milcom, la deidad
principal de los amonitas, pero esta opinión ha caído en desgracia debido a investigaciones
más recientes.
Culto de Moloch
En el relato bíblico, se dice que los niños fueron
sacrificados o "pasaron por el fuego" a Moloc en un santuario fuera
de los muros de la ciudad de Jerusalén llamado Tofet, en el valle de
Ben-Hinnom. Aunque es muy probable que esta práctica se deba a la introducción
de una deidad extranjera, también se ha sugerido que los judaítas creían que
estaban haciendo sacrificios a Yahweh, la deidad nacional de los antiguos
judaítas e israelitas. De cualquier manera, los profetas condenan duramente
esta práctica como ofensiva para Yahweh, ya sea por corrupción del culto de
Yahweh o de una deidad extranjera como Ba'al-Hadad.
Moloc fue uno de los dioses falsos que Israel adoraría
durante sus períodos de apostasía. Esta falsa deidad está asociada con Ammón en
1 Reyes 11: 7, "Entonces Salomón construyó un lugar alto para Chemosh,
el ídolo detestable de Moab, en la montaña que está al este de Jerusalén, y
para Moloc, el ídolo detestable de los hijos de Ammón. "
Una de las prácticas del culto que adoraba a Moloc era
sacrificar a sus hijos. Por supuesto, esto estaba prohibido por la palabra de
Dios: Lev. 18:21 dice: "Ni darás ninguno de tus descendientes para
ofrecérselos a Moloc, ni profanarás el nombre de tu Dios; yo soy el
Señor".
Otros textos bíblicos se refieren al sacrificio de
niños. Salmos 106: 37–38 habla del sacrificio de niños a los ídolos sin nombre
de Canaán. En fuentes proféticas, Jeremías 7:31 y Ezequiel 20: 25–6 hablan con
desaprobación de sacrificar hijos a Yahweh (para los "malos estatutos"
a los que se refiere Ezequiel, ver Ex. 22: 28–29); Jeremías 19: 5 habla de
sacrificar niños a Baal; Ezequiel 16:21, 20:31, 23:37, 39 de sacrificar niños a
divinidades sin nombre; como lo hace Isaías 57: 5.
PROCEDIMIENTO DEL SACRIFICIO
Los antiguos calentarían este ídolo con fuego hasta
que brillara, luego tomarían a sus bebés recién nacidos, los colocarían en los
brazos del ídolo y los verían arder hasta la muerte. Sin duda fue un espectáculo
cruel y aborrecible y abominable. Los niños gritaban de tal dolor mientras que
la gente aullaba en paroxismo y trance demoniaco.
QUE DICE DIOS
El pasaje de Levíticos 20:1-5 dice que el Señor habló a Moisés y a través de el al pueblo de Israel.
El mensaje fue para el pueblo de Israel y también para los extranjeros que vivían
en el pueblo con los Israelitas. El mensaje de Dios para Israel y los extranjeros
fue que no ofrecieran a sus hijos en sacrificio al ídolo Moloc. Este sacrificio
como vimos en la introducción era quemarlos vivos en ofrenda a Moloc.
El castigo de tal
horrenda acción era la muerte por lapidación al padre del niño, y en esto
participaban todo el pueblo de Israel. La razón de tal castigo lo dice el mismo
Dios, “por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y
profanando mi santo nombre.”
Dios también da una advertencia
en caso que el pueblo desobedezca al Señor y no de muerte al hombre que ofreció
a su hijo a Moloc, “entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra
su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en
pos de él prostituyéndose con Moloc.”
Dios es directo y claro en contra de la desobediencia
de Israel, su castigo no solo será para el que ofreció a su hijo a Moloc, pero también
a su familia y de todos aquellos que fornicaron (idolatría) con Moloc.
El ofrecimiento de los hijos a Moloc como parte de la idolatría
del pueblo de Israel se castigaba con la muerte. Tal acto era horrendo y cruel,
y ofensa abierta a Dios mismo quien es Santo y el Único Dios verdadero.
APLICACIÓN
Aunque hoy, hasta donde se sabe, no se practica era barbárica
y demoniaco ritual, lo mas cercano en una sociedad pagana sin Dios es el aborto.
En los Estados Unidos y otros lugares el aborto es legal y millones de niños
son sacrificados al altar del estado bajo la mentira de “libertad de elección”
para las mujeres. Esto es condenado abiertamente por Dios, y según su ley, los
que practican esta abominación cruel debe ser castigado por la muerte, esto es lógico
ya que la misma ley de Dios manda “no mataras” (Exo.20:13).
El método habrá cambiado, pero el propósito es el mismo:
idolatría, que es prostitución y fornicación espiritual ante Dios mismo.
Es evidente
que Dios no dará por inocente al culpable, y así como en los tiempos de Israel,
tal practica era aprobada por el estado de las naciones paganas y dentro del
mismo Israel, así también hoy, Dios traerá a juicio a los magistrados que
legalizan tal practica que viola la ley de Dios. Pablo dice esto en Romanos 1:28-32
“Y como ellos
no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer cosas que no convienen;
29 estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos
de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
30 murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores
de males, desobedientes a los padres,
31 necios,
desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
32 quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican.”
Caesar Arevalo
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