INTRODUCCION
Al igual que Martin Lutero, el reformador Ginebrino Juan Calvino (1509-1564), experimentó el ataque de la plaga bubónica o peste negra durante su ministerio en Ginebra. Su
piadosa madre murió cuando él tenía tres años (1512), probablemente de la peste. En 1523, la peste golpeó nuevamente a su ciudad natal, Noyon, y
Calvino se fue a estudiar a París en parte para escapar de la peste (nunca
regresó). Sin embargo, veinte años mas tarde se encuentra otra vez con la plaga en diferentes circunstancias.
Calvino viajó y estuvo en Estrasburgo hasta 1541. Su estadía allí
como pastor de refugiados franceses fue tan pacífica y feliz que cuando en 1541
el Consejo de Ginebra solicitó que regresara a Ginebra, quedó emocionalmente
destrozado. Quería quedarse en Estrasburgo, pero sintió la responsabilidad de
regresar a Ginebra. Lo hizo y permaneció en Ginebra hasta su muerte el 27 de
mayo de 1564. Esos años estuvieron llenos de conferencias, predicaciones y
redacción de comentarios, tratados y varias ediciones de los Institutos de la
Religión Cristiana.
Para 1543 gran cantidad de refugiados de Italia y
Francia vinieron a Ginebra a la academia de Calvino para ayuda espiritual y
otras necesidades. Sin embargo esto coincidió con el brote de la "plaga negra" en esa
ciudad. Como consecuencia de la plaga el resultado fue hambruna generalizada en las ciudades y enfermedades
contagiosas resultando en miles de muertes. La plaga fue traida por soldados
Suizos que pasaron por la ciudad.
CRISIS MINISTERIAL
El concilio de la ciudad decidió que los contagiados fueran llevados a edificios
para atención y estar lejos del resto de la población para evitar el contagio. La
plaga trajo temor sobre todos en el cantón y hasta ministros tuvieron temor de
ministrar a los enfermos. Solo tres de todos los ministros decidieron
ministrar: Calvino, Blanchet y Castellio. Tres meses mas tarde, Castellio se
enfermó de la plaga y murió. Calvino se quejó ante el concilio de la ciudad de
la falta de voluntad de los pastores de ministrar a los enfermos y que algunos
de ellos inclusive dijo que prefererian ir al infierno que a ministrar.
Para
1543, la plaga alcanzo su máxima poder de mortandad al punto que las oficinas de
la corte se cerraron al público. El concilio
entonces llamó a varios ministros para ministar a los enfermos, pero excluyeron
a Calvino porque era necesario para la iglesia, sin embargo nadie quería ir a
ministrar pues tenían poca voluntad y temor. El único pastor que se atrevió a
ir a ministrar a los enfermos, cayó enfermo y tanto él como su esposa e hijos
murieron de la enfermedad de la plaga.
Calvino escribió a Viret lo siguiente, “La peste ha
comenzado a rabiar horriblemente. Algunas de las personas se recuperan. Era
necesario que el consistorio designara a uno para consolar a los enfermos. Si
algo le sucede, me temo que debo aventurarme a hacer algo después, ya que usted
dice que somos deudores de todos los miembros del cuerpo y no debemos
retirarnos de quienes más necesitan nuestra ayuda. No es mi opinión, sin
embargo, para ayudar en parte, no debemos dejar que toda la iglesia caiga en desgracia
siempre que el Señor nos considere dignos de este cargo. No podemos excusarnos.
Ya sea si por miedo al peligro el abandonar a los que más requieren nuestro consuelo. Si la plaga continua enviaré a los hermanos alrededor
del mundo, en cuanto a mí mismo, estoy estacionado aquí en la ciudad. El deber
me prohíbe huir y no puedo hacerlo hasta que el que ahora me ordena revierta la
decisión. No que sea libre del miedo a la muerte- porque no soy el apóstol Pablo-
pero solo un alumno de Pablo. Espero, sin embargo, que el Señor finalmente me
libere incluso de mi miedo."
El cuidado que el concilio manifestó por la vida de
Calvino nos hace hablar de la posición que ocupó al comienzo de este período y
corregir algunas erróneas ideas en cuanto a la estimación en la que Calvino se
encontraba por parte de las autoridades. Es interesante observar cómo una vez perseguido y despreciado,
Calvino, quien no se atrevió a emprender su trabajo sin el de Farel y Viret,
ahora de repente fue elevó tanto que se buscó su consejo como hemos visto en
asuntos políticos y que su vida se consideró demasiado preciosa para exponerse
al peligro de la peste.
CUIDADO MEDICO EN GINEBRA
La atención médica para los necesitados se estableció
en Ginebra cuando se aprobaron las "ordenanzas eclesiásticas" en
1541. Los que administraban los hospitales debían pagarse de los cofres de la
ciudad. Para 1569, se aprobaron las "Ordenanzas sobre el patrimonio de la
medicina, la farmacia y la cirugía".
Además de los médicos designados para el gran hospital
y para los refugiados pobres y enfermos, se requiería que cada médico visite a los enfermos
pobres en el barrio en el que vivían, siendo requerido por la caridad.
En su desarrollo del cuidado de los pobres, Calvino
intentó aplicar sus ideas bíblicas y su corazón compasivo a una situación
difícil. En un periodo de veinte años transcurridos entre 1542 y 1561,
la ciudad de Ginebra tuvo un aumento de la población del 100%.
LA PLAGA “MUERTE
NEGRA”
La plaga que golpeó Ginebra en tiempos de Calvino fue
la mortal “plaga negra” “peste negra,” o “peste bubónica.”
La desastrosa enfermedad mortal conocida como la Peste
Negra se extendió por Europa en los años 1346-53. Las crónicas y las cartas de
la época describen el terror provocado por la enfermedad. En Florencia, el gran
poeta del Renacimiento, Petrarca, estaba seguro de que no se les creería:
"¡Oh, feliz posteridad, que no experimentarás un dolor tan abismal y
considerará nuestro testimonio como una fábula!".
Un cronista florentino
relata que,
“Todos los
ciudadanos hicieron poco más que llevar cadáveres para enterrarlos ...En
cada iglesia cavaron pozos profundos hasta la mesa de agua; y así, los pobres
que murieron durante la noche fueron abrigados rápidamente y arrojados al pozo.
En la mañana, cuando se encontraron una gran cantidad de cuerpos en el pozo,
tomaron un poco de tierra y la arrojaron encima de ellos; y luego se colocaron
otros encima de ellos y luego otra capa de tierra, tal como se hace una lasaña
con capas de pasta y queso.”
La Peste Negra fue una epidemia de peste bubónica, una
enfermedad causada por la bacteria Yersinia pestis que circulaba entre roedores
salvajes donde viven en gran número y densidad. Tal área se llama "foco de
peste" o "reservorio de peste".
PERSPECTIVA
Para Calvino, la mano providencial de Dios estaba
trabajando en cualquier desastre. Dios tal vez tratando de
"advertirnos" que lo sigamos en Jesucristo. Para Calvino, lo más importante no era
esta vida, con sus cruces y su pecado, y pestes, sino la próxima vida. Él vio los
desastres (incluidos los desastres biológicos) como medios para evitar que nos
alejemos de la fe y nos acerquemos mas a Dios en oración.
Calvino no creía que las plagas
solo matan a personas malvadas (su madre ciertamente era considerada por él
como muy piadosa, sin embargo, ella murió y también su amigo Blanchet). Sin
embargo, no vio la enfermedad o el desastre pandémico simplemente como eventos sin
sentido. Tampoco vio a Dios como indiferente en medio de la enfermedad o el
desastre. La enfermedad fue otra cruz para llevar que nos acerca a Dios y al
cielo. Calvino estuvo enfermo la mayor parte de su vida y murió lentamente
durante diez años por problemas tifoideos y pulmonares. Sin embargo, enfrentó
sus problemas y enfermedades con verdadero coraje y un sentido de propósito.
Caesar Arevalo
FUENTE:
-Henry, P, "The Life and Times of John Calvin, the Great Reformer," Volume 1-1849
-Center for Disease Control and Prevention, https://www.cdc.gov/plague/index.html
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