EL NACIMIENTO DEL EVANGELICALISMO EN AMERICA
Cuando era evangélico siempre me hacia la pregunta ¿de
dónde venimos?, habiendo crecido en una
familia católica Romana, el ser evangélico era ser algo “raro” en cuestión de
religión y practica, y los pastores nunca podrían dar una respuesta concreta y
satisfactoria, lo único que decían “venimos de la reforma,” otros decían “de
Lutero”, y nunca escuche el nombre de Calvino en absoluto. La ignorancia era
tal en los círculos evangélicos, que ni siquiera se tenía en mente el estudio
de la historia de la Reforma, es mas el nombre “Reforma” no era parte del
vocabulario, pero si éramos “conocedores” de tele-evangelistas Americanos, como
Billy Graham, y de Latinoamericanos como Palau, y el popular predicador de las
masas Yiye Avila.
Fue a raíz de mí viajar de la tradición popular
evangélica hacia la fe histórica Reformada que mis preguntas fueron
contestadas, y que el evangelicalismo
como movimiento, no nace directamente de la Reforma, sino más bien de una
desviación de ella empezando en el siglo 18 y consolidando su identidad en el
siglo 19 en los Estados Unidos.
Muchos no saben que el nacimiento del evanegelicalismo en América, tiene su
origen del trabajo de ministros Metodistas y algunos Presbiterianos en los
Estados Unidos que abandonaron sus raíces teológicas distintivas. Un evento
poco conocido en su totalidad entre evangélicos, es lo que se conoce como El
Avivamiento de Cane Ridge en Kentucky en 1801.
CANE RIDGE
A principios de Agosto en 1801, entre 20,000 y 30,000
personas se reunieron en Cane Ridge en el condado de Bourbon, Kentucky, para
una reunión de “Avivamiento” que se convirtió en el evento definitorio del
último gran avivamiento en el Occidente a principios del siglo 19.
Siguiendo la tradición de la celebración de la
comunión sacramental Presbiteriana que tuvo sus raíces en el siglo 17 en Escocia,
Presbiterianos, Metodistas, Bautistas, y de otras creencias religiosas, así
como aquellos sin ninguna creencia, se reunieron para adorar juntos. Los actos
sacramentales estacionales habían capturado la imaginación de la mente
americana emergente en ese periodo.
El siguiente es el reporte del hijo de unos de los
predicadores de tal avivamiento, Rev. James B Finley, el dice lo siguiente
acerca de lo que sucedió en ese entonces tome mucha atención:
“Cuando
llegue al lugar de la escena, no solo fue algo nuevo sino también fuera de
lugar, y feo mas allá de toda descripción. El lenguaje fue débil como para
llevar la sublimidad y grandeza de la escena. 20 mil personas tiradas de un
lugar a otro como olas tumultuosas del mar en una tormenta, mientras cientos
fueron llevados y tirados al piso en tan breve tiempo como arboles que caían
bajo la ráfaga de un tornado maldito! El ruido fue como un rugido del Niágara.
Siete ministros predicaban al mismo tiempo, parados en banquillas de arboles, y
vagones…”
Y sigue:
“Interesantemente,
como sucede en todo evento de carácter emocional y religioso, los efectos
comenzaron a esfumarse poco a poco, al punto en que lo que sucedió pasó a la
historia. El fervor comenzó a declinar y hasta los movimientos corporales
descontrolados comenzaron a desaparecer de las reuniones. Sin embargo, como
dice el reporte muchas personas que fueron víctimas de convulsiones corporales,
ya en su vejes seguían experimentando experiencias descontroladas.”
Los “sacudidos” como llegaron a ser conocidos todos
los que experimentaban este fenómeno pre-pentecostal, tenían ataques en
cualquier momento y en cualquier lugar.
“Esto fue
considerado como una epidemia por un periodo de veinte años o más. La atmosfera
moral y religiosa que abarcó todas estas reuniones y circunstancias estuvo de
acuerdo a las condiciones físicas, morales y mentales de estas multitudes
excitadas. La gran mayoría de estas masas agitadas fueron sin duda ignorantes,
analfabetas, y las reuniones se llevaban a cabo en condiciones anormales y es
en estas condiciones que operaciones corporales irrazonables, no naturales, y
ridículas se llevaban a cabo.”
Dr, Hanson en su libro, “Una Historia Política de la Biblia en América” dice lo siguiente,
“Kentukianos
rurales vinieron por varios días a escuchar a predicadores de avivamiento, experimentar
las actividades del Espíritu Santo y romper con el aburrimiento en sus
vidas…Episcopalianos y otros grupos religiosos de la elite fueron traumatizados
por lo que percibieron como excesos asociados con el evento. Fenómenos
extraños, como “ladridos, estremecimientos, y desmayos” supuestamente del
Espíritu, fueron signos de desorden de personalidad en sus vidas….la influencia
de los ministros carismáticos que tuvieron sobre mujeres jóvenes fáciles de ser
influenciadas, y lo atrayente de los lugares de reunión para los que gustaban
tomar y otros vicios causó a los tradicionalistas a temer el colapso del orden
social y moral…sin embargo, otros más radicales elementos del “Avivamiento”
fueron aplastados, la parte del Sur, fue transformado por el crecimiento rápido
de Metodistas, Bautistas que continuaron
influenciar cultural y políticamente los Estados Unidos hasta el día presente..”
La revista Instituto
de Historia Cristiana dice lo siguiente referente a la situación social y
moral de esa parte de los Estados Unidos:
“Alcoholismo
rampante y avaricia en robar propiedades igualaban la creciente popularidad de
las teologías del universalismo (que todos los hombres serán salvos) y del
deísmo (la creencia que Dios no está envuelto en el mundo). El ministro
Metodista James Smith viajando cerca de Lexington en el otoño de 1795 temió que
“los universalistas unidos con los Deístas han dando al Cristianismo una estaca
en todos los lados.”
El articulo continua narrando el reporte de lo que sucedió
ese día lo cual confirma que las experiencias “pentecostales” empezaron mucho antes
que el evento en Azusa en 1901:
“Un joven
ministro descontrolado, Richard McNemar, proclamó en éxtasis un "verdadero
nuevo evangelio", una expresión que sorprendió a algunos ministros, pero
fascinó a las multitudes. La emoción era total, y en medio de humo y sudor, el
campamento estalló en ruido: los gritos y gritos de penitentes, el llanto de
los bebés, los gritos de los niños, y los relinchos de los caballos…Entonces
los movimientos corporales tumultuosos comenzaron. Junto con los gritos y el
llanto, algunos comenzaron a caerse. Algunos en experimentaron rodillas debilitadas
o la cabeza débil como desmayandose (incluyendo el gobernador James Garrard).
Otros cayeron pero se mantuvieron conscientes o hablaban; algunos cayeron en un
estado de coma profundo, donde presentaron todos los síntomas de un gran ataque
de epilepsia o un tipo de histeria. Aunque sólo una minoría cayó, algunas
partes de los jardines estaban parecía un campo de batalla.
Algunos
fueron atendidos donde cayeron; otros fueron llevados a un lugar conveniente,
donde las personas se reunían en torno a orar y cantar himnos. ..
Entonces
algo aún más extraño ocurrió, a los llamados "sacudidos" un testigo
describió a los afectados: "Sus cabezas se retorcían hacia atrás de
repente, con frecuencia haciendo que truenen, o hacían algún otro ruido involuntario.
... A veces la cabeza se movía en todos los sentidos con tanta rapidez que sus
características no pueden ser reconocidas. He visto sus cabezas volando hacia
atrás y hacia adelante con tanta rapidez que el pelo de las mujeres sonaba como
un látigo de carro, pero no muy fuerte ".
PRESBITERIANOS, BAUTISTAS Y METODISTAS y HEREJIAS
Otros resultados de este “Avivamiento” de los
“sacudidos” y otros fue la reunión de ministros de iglesias de diferente
teología como los Presbiterianos, Bautistas y Metodistas, estas tres
denominaciones fueron las principales protagonistas de este avivamiento. Es
aquí que la denominación Presbiteriana de Cumberland se originó, compuesto por
ministros laicos, sin preparación teológica, los cuales fueron rechazados y
negados su ordenación por la Asamblea General Presbiteriana en 1810. La
doctrina de esta denominación Presbiteriana es una mezcla de Arminianismo y
Calvinismo, y tuvo un rápido crecimiento en ese entonces con cinco Sínodos, 106
presbiterios, y cerca de 1,025 ministros, 2, 000 congregaciones, y siete
instituciones teológicas. También como resultado de estos “avivamientos”
salieron muchos grupos heréticos como los llamados “Cristianos” que fue una
mezcla de varios denominaciones en donde negaron la doctrina de la Trinidad,
congregacional en gobierno de Iglesia y practicaban bautismo por inmersión.
EL REFORMADOR EVANGELICO: CHARLES GRANDSON FINNEY
Pero el
nacimiento del evangelicalismo no pudo haber avanzado sino por el trabajo del
ex –presbiteriano Charles Grandson Finney considerado el personaje religioso y
social de más influencia en los Estados Unidos en el siglo 19, y el que plasma
fuertemente el modelo y movimiento evangélico en América y de allí a todo el
mundo, especialmente en Latinoamerica. Finney rechazo la teología Calvinista de
los padres Puritanos del siglo 17 y enseñó la perniciosa teología Arminiana de
los hermanos Wesley y de los Metodistas, asi como las técnicas tempranas
evangélicas de “la silla de la ansiedad,” “predicadoras mujeres,” y que la conversión no está limitada al
trabajo del Espíritu Santo y la voluntad de Dios, pero también a través de la
“organización planificada.” Fue el trabajo de Finney entre la masa de Americanos que ya habían abandonado sus raíces propiamente reformadas y de diferentes denominaciones que enmudeció las diferencias teológicas de Congregacionalistas, Presbiterianos, Bautistas y Metodistas, y así, de esta forma, el evangelicalismo como movimiento cristiano -Americano se consolida.
“organización planificada.” Fue el trabajo de Finney entre la masa de Americanos que ya habían abandonado sus raíces propiamente reformadas y de diferentes denominaciones que enmudeció las diferencias teológicas de Congregacionalistas, Presbiterianos, Bautistas y Metodistas, y así, de esta forma, el evangelicalismo como movimiento cristiano -Americano se consolida.
Es evidente que el evangelicalismo actual y moderno y
sus variadas expresiones en grupos sectarios y culticos que mantienen ideas heréticas,
incluyendo el Pentecostalismo nacen de un proceso al que yo llamaría el
“abandono de la fe Confesional Reformada” por “una teología cultural de la
experiencia.” Esto explica el porqué ministros presbiterianos cuya teología es
solida histórica y bíblicamente, pudieron dejar a un lado y totalmente su
teología reformada, y abrazaron una fe de base emocionalista, manufacturada por
la circunstancia cultural e ignorancia religiosa. Esta fe evangélica se
desarrolla entonces hasta convertirse en la fe- no-reformada, de carácter
pentecostal, emocionalista e independiente- del Cristianismo en América y de
allí viaja para toda Latinoamerica.
Caesar Arevalo
FUENTES
-Magazine of
Western History Illustrated (1889-1890) Vol., 11-Harvard College Library-New
York.
-Hanson, D.P,.
“A Political History of the Bible in America” (2015), Westminster John Knox
Press. Kentucky
-Institute of Christian History, Galli, Mark -1995
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