LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

sábado, junio 20, 2015

LA TEOLOGIA ORIGINAL DE LOS PASTORES DE GINEBRA




LA TEOLOGIA DE LOS P ASTORES DE GINEBRA

Introducción

Una de las preguntas que siempre me he hecho fue ¿Cuál es la teología que se predicaba en las iglesias Reformadas en Ginebra? Sabemos por los Institutos de Calvino y otros escritos y confesiones, las doctrinas sistematizadas, sin embargo, ¿sabías que Calvino tenía su propia "compañia de Pastores"? ¿cuál fue el mensaje de la compañía de pastores de Calvino?


La gran mayoría de los evangélicos no solo están desconectados de la fe histórica Reformada, pero también del verdadero mensaje que predicaron. Muchos simpatizantes de la Reforma creen que la reforma es solo las “cinco solas.” Pero no es así. Hay mucho mas que se debe saber acerca de la doctrina que predicaron, el lugar que ocuparon los catecismos. Muy pocos sabe que Calvino formó lo que se conoce como "compañia de pastores" de Ginebra. Este cuerpo de teólogos bebieron la pura teología Reformada de los escritos de Juan Calvino. Formidable y pristina.


Aquí les presento un resumen de la sección “El Mensaje de Ginebra”, escrito por el Dr. Manetsch en su gran obra “La Compañía de Pastores de Calvino.” Dr., Manetsch haciendo uso de documentos de primera mano elabora y trae a la vida la Ginebra de Calvino, sus pastores, y la teología que predicaron y enseñaron.

Sin duda es una buena lectura para todo aquel amante de la Reforma, su historia y doctrina.

EL MENSAJE DEL MINISTRO DE GINEBRA

En Ginebra la vocación del ministro no estaba separado del mensaje de salvación que ellos proclamaron. Calvino y Beza frecuentemente recordaban a la congregación de estas verdades. Los ministros son legítimos hasta donde ellos sean fieles al mensaje que ellos predican. Pero ¿Cuál es la sustancia de este evangelio Cristiano, estas “buenas nueva”, que los ministros reformados en Ginebra esperaban proclamar?

Entendamos que la teología oficial de Ginebra estuvo articulada en muchos documentos que Calvino escribió o participo en bosquejarlos. Estos incluyen, La Confesión de Fe (1536); el Catecismo Ginebrino (1541), y la Liturgia Ginebrina (1542). En las decadas siguientes las autoridades cívicas y religiosas de Ginebra intentaron enforzar la subscripción a estos estándares básicos en numerosas formas. 

Se requerio a los niños que estudien el catecismo de Calvino y afirmar su doctrina en frente de la asamblea pública cuando ellos eran aceptados por primera vez en la Cena del Señor. De igual manera los estudiantes en la academia tenian que firmar un documento prometiendo el seguir y mantener la doctrina de fe la cual es contenida en el Catecismo de esta iglesia en el momento de su matriculación. 


En cuanto a los ministros de Ginebra, las Ordenanzas Eclesiásticas tenían que ser firmadas recibiendo y aceptando las doctrinas aprobadas por la Iglesia, esto es la teologia contenida en la Confesión de Fe así como el Catecismo de Ginebra. 

En el tiempo de la controversia de Bolsec (1551-52), el Concilio menor de Ginebra fue aún más allá al decretar que la teologia contenida en los Institutos de la Religión Cristiana de Calvino fue la "santa doctrina de Dios, " de donde ningun ministro o parroquiano debería desviarse. 

Como consecuencia de esto, el entendimiento reformado de Calvino del mensaje de las Escrituras y su legado teológico vivieron en la teología Oficial de Ginebra, proveyendo el fundamento teológico y estableciendo una estructura confesional para sus sucesores en cuanto a como deberían de hacer sus sermones, comprometidos en polémicos debates, y ofrecieron consejo espiritual a sus parroquianos.

El mensaje central del cristianismo que los ministros de Ginebra creyeron fue la dramática historia de la misión de Dios para rescatar a la gente que El por gracia escogió de entre la raza caída de Adán. Solo hay un Dios, todopoderoso, quien creó los cielos y la tierra y quien continúa gobernando el mundo y los asuntos de la humanidad por su sabia providencia. Este único Dios existe en tres personas eternas: El Padre, Hijo, y el Espíritu Santo. Aunque los hombres y mujeres son incapaces de comprehender a Dios en su esencia, Dios ha tomado la iniciativa para hacerse el mismo conocido a través del espejo del mundo natural  y especialmente a través de la sagrada Palabra, encontrando en la Sagrada Escritura, el cual es nada menos que la verdad que viene del  cielo.” La escritura debe entonces sirve como la regla de nuestra fe y religión; no hay otra doctrina o de tradiciones humanas deberían de agregado a ello.

De acuerdo, al catecismo Ginebrino, el principal propósito de la existencia humana es conocer al único verdadero Dios y adorarle solo a Él. Dios es honrado cuando sus criaturas confían en El, le sirven con sus vidas enteras, lo llaman por ayuda por salvación, y reconocerlo como el autor de buenas cosas.  La teología oficial de Ginebra presenta la depravación en estos rigurosos términos: “antes que nazcamos re-hechos por el Espíritu de Dios, somos capaces de hacer nada excepto el pecar, así como un mal árbol produce solo malos frutos (Mat. 7:17).” De aquí “no podemos anticipar a Dios por meritos o evocar su beneficencia. En vez,  cualquier obras nosotros ofrecemos o intentamos todo eso cae bajo su ira y condenación.”

En vista de la desesperada doctrina de la depravación humana, el evangelio Cristiano es verdadera “buenas nuevas”. De esta inmensurable misericordia y amor, el Padre celestial envio a su Hijo a la tierra en donde como Dios hombre Jesucristo, tomo la forma humana, nació de la virgen María, vivió una vida sin pecado y proclamo la verdad de Dios, sufrió una muerte vergonzosa en una cruz romana, y se levanto físicamente de los muertos. En su persona y ministerio, Jesús cumple perfectamente el oficio de Rey, Profeta y Sacerdote. En su oficio de Rey, Jesús proclama el reino de los cielos, comparte las riquezas espirituales con el pueblo de Dios, y vence a los enemigos de nuestras almas (pecado, carne, el mal, y el mundo), en su oficio de Profeta, Jesús anuncia la verdad divina y la perfecta voluntad del Padre. En su oficio de Sacerdote, Jesús sirve como el único mediador entre Dios y la humanidad, habiéndose ofrecido una sola vez por todo como sacrificio para comprar el perdón por los pecadores. 

Esto fue el mensaje central en la teología oficial en Ginebra, pecadores quienes creyeron en la promesa de gracia de la salvación en Cristo y arrepentimiento por sus pecados son declarados justos ante Dios y reciben el perdón completo de los pecados a una nueva naturaleza espiritual consideración de nuestros meritos y obras. La confesión enfatiza que toda la gloria y alabanza pueda otorgarse a Dios. en el Catecismo un niño fue enseñado la doctrina de la justificación sola gratia, sola fide con estas palabras:

“Es entonces, por la pura misericordia de Dios y no en referencia a las obras que El por gracia nos abraza en Cristo y nos considera aceptables, al atribuirnos su justicia aceptada como si fuera de nosotros y no por imputarnos nuestros pecados (Tito 3:5)…pues al abrazar las promesas del evangelio con una segura y confianza sincera, nosotros en cierta manera obtenemos las posesiones de esta justicia de la cual hablamos..”

Ademas, las personas que abrazan a Cristo por la fe son solo son reconciliadas con el Padre celestial, pero tambien reciben el don precioso del Espíritu Santo quien crea en ellos una nueva vida espiritual que gradualmente, aunque nunca totalmente en la tierra, vence la naturaleza del pecado, produciendo buenas obras y un corazon afín a la verdadera adoración.  En este proceso de santificación, la ley de Dios, la cual previamente condena al pecador, ahora sirve como la “regla de la vida” para guiar al creyente hacia la obediencia y justicia. 

La vida Cristiana es para ser expresada y alimentada en el contexto de la iglesia Cristiana. el Catecismo define la verdadera iglesia como "el cuerpo y la sociedad de creyentes a quien Dios predestinó a la vida eterna. Aunque esta distribuida en muchas partes, hay una sola iglesia universal, y Jesús Cristo es su única cabeza. La iglesia visible en la tierra es distinguida por dos marcas: la predicación pura y fiel de la Palabra, y la correcta administración de los sacramentos. De acuerdo a los teólogos oficiales de Ginebra, Jesucristo instituyó solo dos sacramentos durante su ministerio terrenal: el bautismo y la Cena del Señor. Los sacramentos estan unidos a la predicación de la Palabra de Dios y lo confirma. Los sacramentos alimentan y refuerzan la fe y sirven como insignias y pliegos del discipulado cristiano, y por ellos Dios anuncia, representa y sella su gracia a su gente. El Bautismo, cuando es recibido por la fe, efectúa lo que simboliza, es decir el perdón de pecados, la mortificación de la antigua naturaleza y la regeneración espiritual. Ambos, la Confesión de fe y el Catecismo estipula que los sacramentos deben de administrarse a los niños infantes de padres creyentes como señal que son herederos del pacto de gracia de Dios.

Cuando la compañía de pastores recibieron un reporte de la iglesia en Francia preguntando si deberían continuar enseñando el catecismo de Calvino, los ministros de Ginebra respondieron con una carta larga y firme al Sínodo Nacional de Saumur (1569) acertando y afirmando que el catecismo de Calvino es una muy excelente y capaz resumen de todas las doctrinas de la religión Cristiana.”

 La venerable compañia de pastores advirtieron el hacer cualquier cambio al contenido o uso público del Catecismo.

Evidentemente en la última década del siglo dieciséis, los ministros de Ginebra ya no eran reformadores en el sentido de la palabra, sino mas bien conservadores y defensores de lo que ellos entendieron ser el verdadero sistema de doctrina bíblica enseñado por Calvino y plasmado en los documentos confesionales de Ginebra. Como pastores ellos fueron llamados a proclamar el evangelio inmutable de Dios, guardándolo de revisiones o modificaciones, y al hacerlo así defendiendo el formidable legado de Calvin dentro de la Iglesia de Ginebra.
 
Para Calvino, Beza, y Goulart, y sus colegas en el ministerio, la vocación del pastorado no podría ser separado del mensaje de salvación que los ministros predicaron. Como hemos visto, el mensaje fue sustancialmente definido por el catecismo de la ciudad, liturgia, y documentos confesionales, resaltando tales doctrinas características reformadas como la soberanía de Dios, la autoridad de las Escrituras, depravación total, la única función mediatorial de Jesucristo, justificación por la sola gracia a través de la sola fe, la cena del Señor como alimento espiritual de Cristo y la disciplina de la iglesia."  

COMENTARIO


Como vemos, la Reforma en sus inicios en Ginebra fue altamente teológica y centrada en las Escrituras. Y fue celosamente guardada y defendida de ataques que trataron de manipular y tergiversar el mensaje. La base estaba en el mantener el catecismo y la confesión de fe en forma práctica, tanto empezando con los niños hasta los ministros. el conocer nuestra historia es evitar caer en doctrinas falsas y mantener nuestra herencia presbiteriana reformada.

Caesar Arevalo 

FUENTE:  Manetsch, S M. “Calvin’s Company of Pastor”, the pastoral vocation (pp74-76) Oxford Studies in Historical Theology.

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