LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

sábado, marzo 28, 2015

LAS NOVEDADES DEL EVANGELICALISMO






LAS NOVEDADES DEL EVANGELICALISMO

En un artículo titulado, 'El futuro de la teología evangélica,' [Christianity Today, 9 de febrero 1998, p.46]. Thomas Oden se lamenta de la invasión de la novedad en el evangelicalismo: 

"La cautividad babilónica de las novedades es la tentación de toda reflexión moderna. Está invadiendo el liderazgo evangélico a un ritmo alarmante en formas inquietantes para los evangélicos tradicionalistas, que han sufrido de sus encantamientos por dos siglos. "

 El problema con la novedad es que es temporario, y al cansarse de su “novedad”, esperan que ello pase en espera todavía de más novedades. Como Calvino pone en su comentario a Joel:
"Cuando cualquier cosa nueva sucede, puede ser, que estamos impresionados con gran maravilla, pero nuestro sentimiento pronto se desvanece con la novedad, y hacemos caso omiso de lo que al principio causó gran asombro”.  
Dentro del evangelicalismo, el contaste cambio está a la orden del día. Como resultado una miopía ahistórica prevalece que se somete ciegamente a la eliminación de los “antiguos fundamentos,” y a todo lo que no tienen la apariencia que apela a la novedad en ella. La Palabra de Dios aconseja sabiamente: "No te metas con los que son inestables" (Prov 24:21-BLA)

Sin embargo, como Juan Calvino sostenía con tanta claridad: "En materia de religión, toda novedad no sólo debe ser rechazada, sino también detestada.” (Prefacio de Calvino a La Biblia (Ginebra, 1588), el Señor Jesucristo era consciente del espíritu de novedad en sus días entre los oidores de Juan el Bautista (Mateo 11: 7- 9).

LA “ADORACION”:  LA LOCURA EVANGELICA

La novedad en la adoración es una de las áreas más obvias donde el culto de lo “nuevo” influencia al  evangelicalismo. Muchas iglesias están a merced de las últimas ideas de un “líder local de adoración”  y las “últimas modas del líder profesional de culto”. Los llamados “Coros” deben ser siempre los más recientes, los de hace 15-20 o más años ya cansaron  y aburren en “contenido” y son “no-inspiradores.” Hay un cierto placer y satisfacción emocional temporal sobre esta novedad en la música, sin duda.

La evidencia está en la multimillonaria maquinaria de la llamada “Música Cristiana,” solo en los Estados Unidos millones de millones de dólares ha generado la venta de música evangélica contemporánea, el famoso grupo Australiano Hillsong ha centrado su “ministerio” en sus canciones y ventas de sus CDs a nivel mundial, interdenominacional y “crossover.” Adoración Bíblica se convirtió entonces en entretenimiento emocional.


Esta alegría no es necesariamente, sin embargo, una emoción espiritual o una indicación de lo que es aceptable para Dios. Como el Puritano Ingles, Stephen Charnock (1628-1680) sostiene, sin embargo, 


no podemos hacer "de cada deleite un argumento para un servicio espiritual. Todos los requisitos para la adoración se deben de tomar en cuenta. Un hombre puede inventar un “culto de adoración,” y deleitarse en ella, como Miqueas en la adoración de su ídolo (Jueces 17). Así como el hombre puede tener una satisfacción en el pecado, así también puede tener una satisfacción en la adoración; no porque sea un culto de adoración a Dios, pero por ser un “culto” diseñado por su propia invención, agradable a su propio humor y capricho, como Isaías 58: 2, dice que los Israelitas decían que se deleitaban en acercarse a Dios 'pero era para fines carnales. La novedad engendra la complacencia; pero debe ser un culto de adoración en el que Dios se deleite- y no satisfacer nuestros gustos- un culto de acuerdo a Su propia regla y sabiduría infinita, y no a nuestras fantasías superficiales.”

NOVEDAD EN DOCTRINA: EL AFAN EVANGELICO 

La Iglesia tiene que estar vigilando constantemente contra la novedad en la doctrina, porque esto significa comúnmente herejía grave. Una vez más hay una necesidad de asegurar que nuestra doctrina está firmemente fundada en las Escrituras, sin embargo, la Iglesia Cristiana ha sido testigo de muchas herejías a través de los siglos y ha aprendido a protegerse contra ellas. El deseo de la innovación en la teología a menudo proviene de una raíz de orgullo. Calvino habló sin rodeos de los "pequeños hombres de mentes supersticiosas, que siempre están ideando alguna novedad como un medio de ganar la admiración para ellos mismos". Sea cual sea el motivo, sin embargo, es el orgullo que hace que la gente rechace la iluminación del Espíritu Santo en las generaciones pasadas de la Iglesia, y asumen que sólo lo que ellos han descubierto en su propia originalidad es “válida” y “correcta.”

Calvino predicó sobre 2 Timoteo 2 lo siguiente:

"Pero es cierto, nuestra naturaleza es tal, que nos tomamos el gran placer de la novedad, y en las especulaciones que parecen ser sutiles. Por lo tanto, tengamos cuidado, y pensamos como es debido, para no profanar la santa Palabra de Dios. Busquemos lo que edifica, y no abusemos de nosotros mismos recibiendo lo que no tiene sustancia en ella. Es difícil retirar a los hombres de tal vanidad, ya que son propensos a participar en ella. Pero Pablo hace ver que no hay nada más miserable que tal vana curiosidad: 'Pues ellas nos conducen más y más a la impiedad. "

Las “novedades” dentro del evangelicalismo son muchas, y se han acrecentado desde el principio del siglo con el movimiento Americano “Pentecostal.” Pero va mas allá, fue el gran excéntrico, llamativo y colorido personaje, Charles Finney, quien se podría decirse es el “padre del evangelicalismo.” Finney trajo muchas innovaciones en su ministerio entre los Americanos: la silla del penitente, la oración del “pecador,” el llamado al “altar,” música de fondo para “sensibilizar” al oyente. Todo estos elementos ajenos a la verdadera adoración Cristiana, fueron introducidas y desarrolladas en el siglo 19 en América. Luego vinieron las famosas cruzadas, con la aplicación de Finney, y una aparición ilimitada de “Evangelistas” Arminianos.  El movimiento ‘pentecostal” a principios del siglo 20, trajo más novedades doctrinales, como el “hablar en idiomas extraños,” “segunda experiencia del Espíritu Santo,” “danzas espirituales,” “visiones y sueños,” “predicciones proféticas.” Etc..

Todas estas “novedades” afectaron críticamente y radicalmente la adoración Cristiana, al punto de deformarla en su esencia, forma y contenido. La adoración Cristiana paso de ser de acuerdo a lo que Dios prescribe en Su Palabra, Salmos y a acapella, a una exhibición teatral de himnos de inspiración humana siempre en evolución o novedad. 

En los 80’s en adelante, surge el movimiento de la Iglesia “Emergente,” (grupo neo-evangélico-pietista-ecuménico- post-doctrinal y ciertamente anti-confesional y culturalmente Americana). Este movimiento ha ido más allá de la idea de dar el lugar central y supremo a la Escritura y ha traído más novedades. Para ellos, es el “amor,” sin duda, es la gran novedad que llega a su máxima expresión en todos los sentidos. 

Se ha desarrollado una tendencia más bien romana sincretista en la adoración mediante la combinación de velas, incienso, oscuridad, laberintos y silencio. No es extraño que uno de los libros del “apóstol” de los “emergentes,” Brian MaClaren se titula 'Un nuevo tipo de Cristianismo."

Calvino rechazó rotundamente la acusación de que los Reformadores estaban introduciendo algo novedoso. Él responde con firmeza a los que tratan de etiquetar la enseñanza Reformada como novela:

'En primer lugar, en llamándolo nuevo, son extremadamente perjudiciales para Dios, cuya palabra sagrada no merece ser acusado de ‘novedad.’ 

El gran teólogo Reformado Francis Turretín (1623-1687) también negó estas novedades:
"Evité la novedad, no sea que debe contener algo nuevo, algo extraño a la palabra de Dios y de las formas públicas recibidas en nuestras iglesias, y nada se construye allí que no está confirmado por el voto de nuestros teólogos más confiables.'
El Puritano, Thomas Manton (1620-1677) escribió: 
“Existe una pulgada de novedad; adoramos por naturaleza las cosas que son nuevas.” 
El ministro Presbiteriano Pactante, Samuel Rutherford escribió: 
“la novedad puede ir directo a la conciencia, nuestra naturaleza es rápidamente esclavizada con novedades- aun esto, es así con un nuevo amigo, una nueva propiedad, una nueva casa, un nuevo jardín, un nuevo vestido, así también un nuevo Cristo, una nueva fe- que nos deleita.”
Si el evangelicalismo, como movimiento independiente y fragmentado, desea tener relevancia en el cambiante siglo 21, debe volver a las fuentes históricas de la fe Cristiana. 

El evangelicalismo no necesita una reforma, pues no tiene raíces históricas, no hay nada que reformar en ese sentido. Lo que el evangelicalismo necesita es ser parte de la Reforma histórica en teología, confesión, credo, adoración y disciplina. Solo así será relevante y teologicamente fuerte ante el creciente humanismo pragmatico anti-Cristo.

 Por Caesar Arevalo

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