LAS NOVEDADES DEL EVANGELICALISMO
En un
artículo titulado, 'El futuro de la teología evangélica,' [Christianity Today, 9
de febrero 1998, p.46]. Thomas Oden se lamenta de la invasión de la novedad en
el evangelicalismo:
"La cautividad
babilónica de las novedades es la tentación de toda reflexión moderna. Está
invadiendo el liderazgo evangélico a un ritmo alarmante en formas inquietantes para
los evangélicos tradicionalistas, que han sufrido de sus encantamientos por dos
siglos. "
El
problema con la novedad es que es temporario, y al cansarse de su “novedad”,
esperan que ello pase en espera todavía de más novedades. Como
Calvino pone en su comentario a Joel:
"Cuando cualquier cosa nueva sucede, puede ser, que estamos impresionados con gran maravilla, pero nuestro sentimiento pronto se desvanece con la novedad, y hacemos caso omiso de lo que al principio causó gran asombro”.
Dentro del evangelicalismo, el contaste cambio está a la orden del día. Como resultado una miopía ahistórica prevalece que se somete ciegamente a la eliminación de los “antiguos fundamentos,” y a todo lo que no tienen la apariencia que apela a la novedad en ella. La Palabra de Dios aconseja sabiamente: "No te metas con los que son inestables" (Prov 24:21-BLA)
Sin
embargo, como Juan Calvino sostenía con tanta claridad: "En materia de
religión, toda novedad no sólo debe ser rechazada, sino también detestada.” (Prefacio
de Calvino a La Biblia (Ginebra, 1588),
el Señor Jesucristo era consciente del espíritu de novedad en sus días entre
los oidores de Juan el Bautista (Mateo 11: 7- 9).
LA “ADORACION”: LA LOCURA EVANGELICA
LA “ADORACION”: LA LOCURA EVANGELICA
La novedad
en la adoración es una de las áreas más obvias donde el culto de lo “nuevo”
influencia al evangelicalismo. Muchas
iglesias están a merced de las últimas ideas de un “líder local de adoración” y las “últimas modas del líder profesional de culto”.
Los
llamados “Coros” deben ser siempre los más recientes, los de hace 15-20 o más
años ya cansaron y aburren en “contenido”
y son “no-inspiradores.” Hay
un cierto placer y satisfacción emocional temporal sobre esta novedad en la música,
sin duda.
La evidencia
está en la multimillonaria maquinaria de la llamada “Música Cristiana,” solo en
los Estados Unidos millones de millones de dólares ha generado la venta de música
evangélica contemporánea, el famoso
grupo Australiano Hillsong ha centrado su “ministerio” en sus canciones y
ventas de sus CDs a nivel mundial, interdenominacional y “crossover.” Adoración
Bíblica se convirtió entonces en entretenimiento emocional.
Esta alegría
no es necesariamente, sin embargo, una emoción espiritual o una indicación de
lo que es aceptable para Dios. Como
el Puritano Ingles, Stephen Charnock (1628-1680) sostiene, sin embargo,
no podemos hacer
"de cada deleite un argumento para un servicio espiritual. Todos
los requisitos para la adoración se deben de tomar en cuenta. Un hombre puede
inventar un “culto de adoración,” y deleitarse en ella, como Miqueas en la
adoración de su ídolo (Jueces 17). Así como el
hombre puede tener una satisfacción en el pecado, así también puede tener una
satisfacción en la adoración; no
porque sea un culto de adoración a Dios, pero por ser un “culto” diseñado por
su propia invención, agradable a su propio humor y capricho, como Isaías 58: 2,
dice que los Israelitas decían que se deleitaban en acercarse a Dios 'pero era
para fines carnales. La
novedad engendra la complacencia; pero
debe ser un culto de adoración en el que Dios se deleite- y no satisfacer
nuestros gustos- un culto de acuerdo a Su propia regla y sabiduría infinita, y
no a nuestras fantasías superficiales.”
NOVEDAD EN
DOCTRINA: EL AFAN EVANGELICO
La Iglesia
tiene que estar vigilando constantemente contra la novedad en la doctrina,
porque esto significa comúnmente herejía grave. Una
vez más hay una necesidad de asegurar que nuestra doctrina está firmemente
fundada en las Escrituras, sin embargo, la Iglesia Cristiana ha sido testigo de
muchas herejías a través de los siglos y ha aprendido a protegerse contra ellas.
El
deseo de la innovación en la teología a menudo proviene de una raíz de orgullo.
Calvino
habló sin rodeos de los "pequeños hombres de mentes supersticiosas, que
siempre están ideando alguna novedad como un medio de ganar la admiración para
ellos mismos". Sea
cual sea el motivo, sin embargo, es el orgullo que hace que la gente rechace la
iluminación del Espíritu Santo en las generaciones pasadas de la Iglesia, y
asumen que sólo lo que ellos han descubierto en su propia originalidad es “válida”
y “correcta.”
Calvino predicó
sobre 2 Timoteo 2 lo siguiente:
"Pero es
cierto, nuestra naturaleza es tal, que nos tomamos el gran placer de la
novedad, y en las especulaciones que parecen ser sutiles. Por
lo tanto, tengamos cuidado, y pensamos como es debido, para no profanar la
santa Palabra de Dios. Busquemos
lo que edifica,
y no abusemos de nosotros mismos recibiendo lo que no tiene sustancia en ella. Es
difícil retirar a los hombres de tal vanidad, ya que son propensos a participar
en ella. Pero
Pablo hace ver que no hay nada más miserable que tal vana curiosidad: 'Pues
ellas nos conducen más y más a la impiedad. "
Las “novedades”
dentro del evangelicalismo son muchas, y se han acrecentado desde el principio
del siglo con el movimiento Americano “Pentecostal.” Pero va mas allá, fue el
gran excéntrico, llamativo y colorido personaje, Charles Finney, quien se podría
decirse es el “padre del evangelicalismo.” Finney trajo muchas innovaciones en
su ministerio entre los Americanos: la silla del penitente, la oración del “pecador,”
el llamado al “altar,” música de fondo para “sensibilizar” al oyente. Todo
estos elementos ajenos a la verdadera adoración Cristiana, fueron introducidas
y desarrolladas en el siglo 19 en América. Luego vinieron las famosas cruzadas,
con la aplicación de Finney, y una aparición ilimitada de “Evangelistas”
Arminianos. El movimiento ‘pentecostal” a
principios del siglo 20, trajo más novedades doctrinales, como el “hablar en
idiomas extraños,” “segunda experiencia del Espíritu Santo,” “danzas espirituales,”
“visiones y sueños,” “predicciones proféticas.” Etc..
Todas estas “novedades”
afectaron críticamente y radicalmente la adoración Cristiana, al punto de
deformarla en su esencia, forma y contenido. La adoración Cristiana paso de ser
de acuerdo a lo que Dios prescribe en Su Palabra, Salmos y a acapella, a una exhibición
teatral de himnos de inspiración humana siempre en evolución o novedad.
En los 80’s
en adelante, surge el movimiento de la Iglesia “Emergente,” (grupo neo-evangélico-pietista-ecuménico-
post-doctrinal y ciertamente anti-confesional y culturalmente Americana). Este
movimiento ha ido más allá de la idea de dar el lugar central y supremo a la
Escritura y ha traído más novedades. Para
ellos, es el “amor,” sin duda, es la gran novedad que llega a su máxima
expresión en todos los sentidos.
Se ha
desarrollado una tendencia más bien romana sincretista en la adoración mediante
la combinación de velas, incienso, oscuridad, laberintos y silencio. No
es extraño que uno de los libros del “apóstol” de los “emergentes,” Brian MaClaren
se titula 'Un nuevo tipo de Cristianismo."
Calvino
rechazó rotundamente la acusación de que los Reformadores estaban introduciendo
algo novedoso. Él
responde con firmeza a los que tratan de etiquetar la enseñanza Reformada como
novela:
'En primer lugar,
en llamándolo nuevo, son extremadamente perjudiciales para Dios, cuya palabra
sagrada no merece ser acusado de ‘novedad.’
El gran teólogo
Reformado Francis Turretín (1623-1687) también negó estas novedades:
"Evité la novedad, no sea que debe contener algo nuevo, algo extraño a la palabra de Dios y de las formas públicas recibidas en nuestras iglesias, y nada se construye allí que no está confirmado por el voto de nuestros teólogos más confiables.'
El Puritano,
Thomas Manton (1620-1677) escribió:
“Existe una pulgada de novedad; adoramos por naturaleza las cosas que son nuevas.”
El ministro Presbiteriano Pactante, Samuel Rutherford escribió:
“la novedad puede ir directo a la conciencia, nuestra naturaleza es rápidamente esclavizada con novedades- aun esto, es así con un nuevo amigo, una nueva propiedad, una nueva casa, un nuevo jardín, un nuevo vestido, así también un nuevo Cristo, una nueva fe- que nos deleita.”
Si el evangelicalismo, como movimiento independiente y fragmentado, desea tener
relevancia en el cambiante siglo 21, debe volver a las fuentes históricas de la
fe Cristiana.
El evangelicalismo no necesita una reforma, pues no tiene raíces históricas, no hay nada que reformar en ese sentido. Lo que el evangelicalismo necesita es ser parte de la Reforma histórica en teología, confesión,
credo, adoración y disciplina. Solo así será relevante y teologicamente fuerte ante el creciente humanismo pragmatico anti-Cristo.
Por Caesar Arevalo
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