LA CONECCION
ESPIRITUAL Y FRATERNAL ENTRE LOS PACTANTES ESCOCESES Y LOS PURITANOS INGLESES
DE WESTMINSTER.
Hay mucho
que aprender acerca de los Pactantes Presbiterianos Escoceses, y los Puritanos
Ingleses en la Asamblea de Westminster. La relación intima espiritual y de fe, la
cual se cristalizó en la inigualable Asamblea de Westminster, es digna de ser
estudiada principalmente entre aquellos que llevan el título de “Presbiteriano.”
El dejar de lado este tema, ya sea por indiferencia o ignorancia es simplemente una violación a la verdad histórica del Presbiterianismo y la reforma en Escocia e Inglaterra. Estos dos grupos de teólogos Cristianos son dignos de tomar en cuenta y estudiarlos hoy más que nunca.
El dejar de lado este tema, ya sea por indiferencia o ignorancia es simplemente una violación a la verdad histórica del Presbiterianismo y la reforma en Escocia e Inglaterra. Estos dos grupos de teólogos Cristianos son dignos de tomar en cuenta y estudiarlos hoy más que nunca.
Lo siguiente
es un extracto que traduje de una carta que la Asamblea de teólogos en Westminster envió a la Asamblea General
en Escocia el 4 de Agosto de 1643 invitándoles a participar a la Asamblea a través
de sus más dotados y eruditos teólogos.
El documento fue presentando a la Asamblea General en Escocia el 7 de Agosto de 1643 y tiene un gran valor histórico para entender la relación entre los Pactantes Escoceses, en su Liga y Pacto Solemne, y los teólogos Ingleses en Westminster. El documento muestra la comunión espiritual y eclesiástica entre la Iglesia de Escocia y los Puritanos en Inglaterra. Muestra el reconocimiento que el Parlamento Ingles hacia la Asamblea General de Escocia.
El espíritu fraternal de ambas iglesias, y el compromiso de apoyarse mutuamente espiritual y eclesiásticamente para la verdadera Religión, adoración y forma de gobierno es evidente en esta carta, también el reconocimiento de los problemas, sociales, políticos y religiosos y espirituales de Inglaterra y Escocia.
El documento fue presentando a la Asamblea General en Escocia el 7 de Agosto de 1643 y tiene un gran valor histórico para entender la relación entre los Pactantes Escoceses, en su Liga y Pacto Solemne, y los teólogos Ingleses en Westminster. El documento muestra la comunión espiritual y eclesiástica entre la Iglesia de Escocia y los Puritanos en Inglaterra. Muestra el reconocimiento que el Parlamento Ingles hacia la Asamblea General de Escocia.
El espíritu fraternal de ambas iglesias, y el compromiso de apoyarse mutuamente espiritual y eclesiásticamente para la verdadera Religión, adoración y forma de gobierno es evidente en esta carta, también el reconocimiento de los problemas, sociales, políticos y religiosos y espirituales de Inglaterra y Escocia.
Algo que se
debe de saber es que en ese entonces Inglaterra estaba pasando una de sus
peores crisis políticas, sociales y religiosas. La estructura misma de la nación
estaba destruida, es en medio de esa situación que la Asamblea de Westminster
se llevó a cabo.
Términos que
se usó en la Asamblea de ese entonces: “Divinos” se refiere a los teólogos. “Religión”
se refiere a la fe Reformada Presbiteriana. “Kirk” se refiere a Iglesia
Escocesa.
Session 14,
17 de Agosto de 1643, La Carta de la Asamblea de Westminster de los Teólogos en
el Reino de Inglaterra
A la justa
Reverenda de la Asamblea General de la
Iglesia de Escocia
Reverendos, justos y amados hermanos en Nuestro Señor JesusCristo.
Nosotros, la
Asamblea de Teólogos [de Westminster], y otros, llamados y ahora sentados por
la autoridad de ambas Casas del Parlamento, para ser consultados en materia de
Religión, hemos recibido de la Honorable Casa de los Comunes una orden especial,
(Agosto 3, 1643) recomendándonos escribir una carta a la Asamblea General de la
Iglesia de Escocia, tomando nota de las expediciones santas y buenas a esta
Iglesia y Estado, certificado en la última respuesta de los Comisionados de la
Asamblea de la Iglesia de Escocia, de su reunión en Edimburgo, el 17 de Julio
de 1643 [La Liga y el Pacto Solemne]
Y además, el desear el compartir con ellos [Escoceses]
y animarlos a recibir nuestra asistencia en esta causa de la religión. Y
habiendo, con esa orden, recibido y leído la respuesta dirigida a la Casa de
los Honorables del Parlamento de Inglaterra, no podemos suficientemente
expresar el gran contento y consolación en la que nos han levantado de en medio
de la triste y calamitosa condición bajo la cual estamos.
No es algo
poco reconfortante a nuestros espíritus tristes el encontrar, que todavía
nuestro Dios no nos ha dejado completamente sin consolación, ni nos ha
desechado fuera de su presencia, aunque nos enferma golpeándonos violentamente, eso podemos verificar.
Y, aunque no podemos dejar de dar gracias a nuestro
Dios, por recordarnos tales misericordias en medio de tanta ira, así
aprovechamos esta oportunidad de reconocer con mucho agradecimiento a la gran
deuda el cual el amor que ustedes continuamente extienden, no solo hacia
nosotros, pero a todo el reino, en la
libre y completa expresión de su cuidado, piedad, y celo, y de todas las
afecciones de toda la nación, para asistir y concurrir con el Parlamento aquí,
por todos los medios legales y buenos, para el establecimiento de la religión
en una unidad santa, y uniforme a través de los dominios de su majestad, en
contra de los designios, poder, y malicia, de los Papistas llenos de sangre y
sectas preláticas, con todos sus adherentes malvados, enemigos comunes de la
Reforma, la verdad y la paz.
Pero en cuanto a las muchas amonestaciones prudentes, piadosas y
oportunas que concierne a nuestra
Asamblea, el buen Dios les recompense (porque nosotros no podemos)
siete veces en sus personas, en la cual
han trabajado para procurar en la casa de nuestro Dios;
y bendito sea su
nombre, que ha puesto semejante cosa en los corazones de nuestro
Parlamento, para limpiar la Casa
del Señor de toda la suciedad
que hay en él, de la doctrina impura, adoración, o disciplina.
…Tampoco podemos,
en el fondo de todos nuestros sufrimientos y tristezas, evitar que nuestros
corazones se alegren en las maravillosas bondades de Dios hacia este reino [de
Inglaterra], en la que nos ha hecho ver los frutos efectivos de gracia de sus
oraciones y lagrimas, así como de nuestros
propios esfuerzos de esta manera, al reunir a esta Asamblea [de Westminster],
aunque en un momento muy turbulento, de donde podamos por la cual tener una
mejor oportunidad más plenamente de derramar nuestra almas en conjunto y unidos
a nuestro Dios, para la sanidad de esta Iglesia [de Inglaterra] y nación [Inglaterra]
que ahora ambas están miserables; para considerar
a fondo lo que ha enlutado más especialmente a la tierra; y
cómo podemos ser más útiles a nuestro gran Dios y Señor, Jesucristo, para
contribuir un poco a la vindicación de su preciosa verdad, (pues que de muchas
formas ha sido dañada, a través de las artimañas de los hombres, que han estado
al acecho para engañar a otros) en la búsqueda de una
manera correcta de adorar a nuestro Dios, de acuerdo con su propio corazón,
promoviendo el poder de la santidad en los corazones y vidas de todo su pueblo,
y viviendo en tal disciplina como para poder ser más agradable a la Santa
Palabra de Dios, y ser más aptos
para adquirir y conservar la paz de esta Iglesia [de Inglaterra] en el país, y a
un acercamiento que esté mas de acuerdo con la Iglesia de Escocia, (altamente
honrada por nosotros,) y de las mejores iglesias Reformadas en el extranjero;
que así, al máximo de nuestro poder, podamos exaltarle a aquel que es el único
Señor de la Iglesia, su propia casa, en todos sus cargos, y presentar a esta
Iglesia como a una virgen casta a Cristo.
Y queda ahora que debemos difundir ante ustedes nuestras calamidades,
peligros y temores de mayores males, no sólo atrayéndolos hacia nosotros, pero
incluso amenazándolos también, y anhelar sus ayudas humanitarias en todas
formas y convertirnos en los siervos de
Jesucristo. Pero
sus comisionados [Teólogos de Escocia] han declarado de manera total su conocimiento
cierto y profundo sentido de ellos, que no han dejado ningún lugar para
expresar mas de nosotros mismos en este particular a ustedes hermanos tan llenos
de corazón y celo. Y
ellos [los Comisionados Escoceses] suficientemente han dado a entender a las Honorables
Casas de que ustedes saben muy bien con qué frecuencia los enemigos comunes de
ambos reinos han consultado juntos, como un solo hombre, para cortar tanto al
uno como el otro de ser una nación; y
que las tavernas de Edom y de los ismaelitas de Moab, y los Hagarenos, Geball,
Amón y Amalec, los Papistas malditos, y sus cómplices implacables de sangre
aquí, todavía conservan la misma malicia, y llevan el mismo designio contra la
religión y la Reforma perfecta incluso en su reino; felizmente hemos sido
rescatados de sus antiguas tiranías, así como en esta Inglaterra quemada, ahora
en el horno; sólo
ellos han variado la escena, derramando toda su ira sobre nosotros en el
presente: que habiendo una vez arrastrandonos como lodo de las calles, pueden
después más fácilmente (que Dios lo prohíba) poner sus pies orgullosos e
impuros en los cuellos de ustedes también [en Escocia]. Por
lo cual, con el buen favor y permiso de las Honorables Casas del Parlamento,
pasaremos ahora a darles más razón de gozo y excitamiento a ustedes, que no
tenemos duda de su rectitud, de todo los medios legales para promover con todas
sus fuerzas, es decir, la posesión de la buena gente en su reino, referente a
nuestra condición, y para animarles a recibir nuestra asistencia en esta causa
de religión.
Y ahora, recordando sin cesar la obra de vuestra fe, del
trabajo de amor, y la paciencia de la esperanza en nuestro Señor Jesucristo,
con el debido reconocimiento de los efectos preciosos de sus oraciones, deseamos
la mayor humildad y fervor para que los mismos respiros del Espíritu
en ustedes todavía puedan continuar, y (si es posible) con más frecuencia y
fervor ascender a su Dios y nuestro Dios, no sólo para remover las presiones
externas y la visita de la espada, que ya aprendió a comer mucho de nuestra
carne, pero también
por la asistencia especial y protección del Padre de las luces, en esta gran
obra a la que estamos ahora llamados, y en el que ya nosotros encontramos muchos
y potentes adversarios; que
viendo la caída de nuestros Zerubbabeles, todos los montes pueden llegar a ser
llanos, y pueden sacar la primera piedra de la casa de Jehová, con júbilo
gritando, ¡Gracia, gracia a ella; y
cuan débiles y despreciables quien sea que seamos, el Señor nos permitirá
construir con ellos, para que nadie pueda verse obligado a despreciar al día de
nuestros pequeños comienzos, ni para detener nuestro progreso en la obra que
nos ha dado para hacer.
Y en cuanto a nosotros, que no podemos dejar de tomar
nota de los empleos extraordinarios a los que estáis llamados en su gran
Asamblea, ahora también que están sentados [en Westminster], Dios nos guarde de
pecar contra el Señor, si cesamos de orar por vosotros, para que el Señor pueda
permitir que
seáis sabios maestros constructores, que los preserve siempre en paz por todos
los medios, y hacer que ustedes estén firmes, inamovibles, siempre creciendo en
la obra del Señor, para alabanza de la gloria de su gracia, y la continuación
del beneficio y comodidad de toda
la Iglesia de Dios; pero más especialmente de esta nuestra arca de afligidos,
ahora perdida en medio de un mar de desdichas, y arrojada por las tempestades,
hasta que nuestro sabio Dios y lleno de gracia, por la promoción de sus
oraciones y esfuerzos fraternales, causará que
descanse sobre los montes de Ararat, para que pueda quitar nuestros temores,
así como poner fin a los sufrimientos actuales, y darles regocijo con nosotros,
que ahora lloran por nosotros.
Suscrito por sus hermanos más amorosos, alabando grandemente las gracias de Dios en ustedes, y que son ustedes sus siervos por amor de Jesús, en nombre de toda la Asamblea.
William Tuisse, Prolocutor
John White, Asesor
Cornelious Burges, Asesor
Suscrito por sus hermanos más amorosos, alabando grandemente las gracias de Dios en ustedes, y que son ustedes sus siervos por amor de Jesús, en nombre de toda la Asamblea.
William Tuisse, Prolocutor
John White, Asesor
Cornelious Burges, Asesor
Westminster , 4
de Agosto de 1643
COMENTARIO
COMENTARIO
La evidencia histórica
es clara e irrefutable, los Presbiterianos Pactantes así como sus “primos” los
Puritanos Ingleses de Westminster, entendieron que la verdadera Reforma está en
la uniformidad de adoración, gobierno y disciplina, libre de toda influencia
humana o “papista.” Por eso, ellos cuando hablaban de “religión”, no se referían
al sistema papal con todos sus rituales y dogmas humanos, sino a la pura fe
Cristiana fundamentada en las Escrituras.
La Sola Scritura, define y dicta como se debe de adorar a Dios, qué
clase de gobierno y como aplicar la disciplina. Esto es el verdadero
Presbiterianismo.
Caesar Arevalo
FUENTES:
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