LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

sábado, marzo 21, 2015

EL FUNDAMENTO BIBLICO DE LOS PACTOS NACIONALES




EL FUNDAMENTO BIBLICO DE LOS PACTOS NACIONALES

El mensaje original de la Reforma y su aplicación en la sociedad, es la forma más “radical” para enfrentar a los males sociales y morales que aquejan a cualquier nación. Esto se ve en los documentos, catecismos y confesiones de la Reforma, y en su más completa aplicación, los pactos Nacionales por los Presbiterianos. 

La Reforma en Escocia, fue una reforma total en comparación con otras partes de Europa en donde entró las doctrinas reformadas de Lutero, Calvino y otros. Los Presbiterianos Escoceses (Pactantes) firmaron dos pactos importantes con el estado y el pueblo, de allí la palabra en Ingles “Covenanters” (Pactantes), el primer pacto Nacional fue firmado en 1638, en Edimburgo, y el segundo pacto fue firmado en 1643 en unión con Inglaterra, llamado, “El Pacto y la Liga Solemne.” Estos dos pactos tenían como propósito que la iglesia se reforme en gobierno, adoración y disciplina y que el estado reconozca a la única religión verdadera, presbiterianismo, y el magistrado juzgue y gobierne con la ley de Dios.

¿Cuál es la base bíblica de los Pactos Presbiterianos?
En primer, lo que los Presbiterianos Pactantes hicieron fue la aplicación de la pura Teología Reformada a la sociedad e iglesia. Esta doctrina ha sido traída a nosotros desde los santos del Antiguo Testamento, los Apóstoles, los padres de la Iglesia, los Reformadores, los Puritanos, etc. Estas enseñanzas lo podemos ver en las siguientes obras:

1. Samuel Rutherford, _Due Right of Presbyteries_ , pp. 130-139
2.
George Gillespie, _The Works of George Gillespie_, Vol. 2, pp. 71-88.

3. John Brown of Wamphray, _An Apologetic Relation..._ , pp. 167-175, 181-207.

4. David Scott, _Distinctive Principles of the Reformed Presbyterian Church_, pp. 14-90.

5. William Roberts, _The Reformed Presbyterian Catechism_ , pp. 134- 152.

6. El Presbiterio Reformado-Una explicación y defensa de los términos de la comunión. pp. 181-187.
7. El Presbiterio Reformado-Acta y testimonio], _ , pp. 11-23.
8. La Iglesia de Escocia (1639), _The National Covenant of Scotland_ , pp. 345-354 in the Westminster Confession of Faith published by Free Presbyterian Publications.

10. La Asamblea de Westminster (1644), _ El Pacto y la Liga Solemne , pp. 355-360 in the Westminster Confession of Faith published by Free Presbyterian Publications.

11. La Iglesia de Escocia (1648), _A Solemn Acknowledgement of Publick Sins and Breaches of the Covenant_ , pp. 361-368 in the Westminster Confession of Faith published by Free Presbyterian Publications. 


12. Samuel Rutherford- “Libre Disputa en contra de la Pretendida Libertad de Conciencia”  (1649) 

Los Reformadores y los Pactantes Presbiterianos entendieron que las reformas nacionales que tuvieron parte en el Antiguo Testamento siempre incluyo el reconocimiento y la confesión nacional de los pecados de los padres, pues esos pecados trajo la ira de Dios sobre la nación (2 Cro. 34:21; 29:6-7; 30:7-9, Esdras 9:6-10:2, Neh. 9:2-37). 

Estas enseñanzas formaron las bases bíblicas del porqué los Reformadores (especialmente durante la segunda Reforma) estaban siempre prontos en buscar las causas de la ira de Dios, y el arrepentimiento de estos, ya sea individual, eclesiástica o nacional. Los mejores reformadores no trataron de reunir toda clase de infieles, idolatras, sectarios, etc, y formar alguna clase de cruzada moralistica para levantar la nación. Lea George Gillespie, el gran orador y pactante Escocés, en su magnífica obra acerca de las asociaciones con heréticos, infieles e idolatras.

El propósito de los Reformadores estaba apuntado a reformar, purificar y unificar la Iglesia, estado y familia sobre la base de un pacto uniforme. Siempre buscando ser fieles al Pacto y Corona de Cristo y rechazar todo programa humano como solución a los problemas sociales. 

Ellos miraron primero a la misericordia y gracia de Dios (después del reconocimiento, confesión de pecado) en sus vidas individuales. 

En el pacto Nacional ellos buscaron: (lea cada texto en su Biblia atentamente)

1. Erradicar la idolatría y la falsa religión a nivel nacional (2 Cron. 34:3-7; 7:1; 15:8; 15:16, etc.). 

2. Promover la verdadera adoración, disciplina y la pura doctrina de Cristo en la Iglesia (2 Cron. 29:11-30:6; 30:12-27; Esdras 10:10vv.; Neh. 10:31-32, etc.). 

3. Establecer la única religión e iglesia verdadera a nivel nacional (2 Cron. 34:8- 17; 29:3-5; 7:2-3; 7:20-21; 32:12, etc.). 

4.  Confesión nacional de los pecados propios y de los padres de la nación. (2 Cron. 34:21;  29:6-7;  30:7-9; Esdras 9:6-10:2; Neh. 9:2-37, etc.). 

5. Publicar la verdad [el evangelio] a nivel nacional (2 Cron. 34:30; Esdras 10:7-8, etc.). 

6. Hacer un pacto nacional con Dios, y que el Estado, esté de acuerdo en su totalidad, a obedecer la ley de Dios dentro de una estructura Bíblica.  (2 Cron. 34:31; 29:10; 15:12-15; Esdras 10:3-4; Neh. 9:38-10:31, etc.). 

7. Que todos los habitantes de la nación, a través del poder civil, estén presentes en la Pacto nacional.(2 Cron. 34:32-33; 2 Cron. 15:12-13; Esdras 10:5, etc.). 

He aquí en resumen la posición Presbiteriana Pactante, formulada por el pastor William L Roberts, el 22 de Enero de 1851, en su discurson en la Iglesia Bautista de Sterling Centre en Nueva York:

"El individuo, que transgrede la ley de Dios, es considerado en la Escritura como objeto de la desaprobación divina, sí, de la ira. El número de personas asociadas en la comisión de cualquier pecado, y el apoyo a un principio o práctica pecaminosa, lejos de disminuir, aumenta esa desaprobación, y atesora una ira proporcionable. Los transgresores consociados parecen ser objeto especial de la indignación divina. "Cuando viste un ladrón y entonces vas con él;  entonces, eres tu parte con los adúlteros." Esta verdad se aplica, con una importancia de temos, a una nación que transgrede la ley divina, ya sea por disposición constitucional, la promulgación legal, o la costumbre nacional. "Y he aquí que os habéis levantado en lugar de su padre, y ha aumentado los hombres pecadores para añadir aún mas á la ira de Jehová contra Israel." "¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de maldad, que han provocado la ira del Señor."
Estos pasajes prueban que Dios no aprueba una transgresión a su ley nacional. Si una nación enmarca su constitución del gobierno, y promulga leyes independientes de la ley divina, o en violación de la ley de Dios, escrita o no, él no aprueba esa constitución o leyes humanas. Ese gobierno no es y no puede ser su ordenanza, el Reino de Dios del Cielo. Como el Jefe del universo moral, y el gobernador entre las naciones, el Hijo del Hombre no puede aprobar un sistema que desprecia o viola la ley divina  más de lo que puede aprobar el desprecio y violación de esa ley por un transgresor individual. Él no castiga al individuo solitario, y sufre la nación culpable por escapar, aun las naciones, incluso por sus pecados "se convierten en el infierno." Los transgresores Confederados, y la iniquidad sostenida por una confederación, son iguales ambas una abominación al Señor. El pecado no es menos pecaminoso porque es nacional, ni es un principio pecaminoso menos inicuo, porque esta inscrito en la constitución de una nación, y confirmada por los estados confederados, y  hecho el fundamento de las bases de las relaciones domésticas. Es impío enseñar, o incluso suponer que el Dios del cielo aprobará un rechazo nacional o violación a su propia ley. "Aunque esté la mano unida a otra mano, el impío no quedará sin castigo."  (William L Roberts, “Discurso de la ley del Mas Altísimo” ).

Esta es la verdadera reforma, familiar, de Iglesia y sociedad.

Por Caesar Arevalo

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