LA VERDAD

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domingo, enero 26, 2014

UNA INTRODUCCION AL CALVINISMO: VIVIENDO PARA LA GLORIA DE DIOS (4)




CALVINISMO Y LUTERANISMO

En este articulo seguimos la lectura del libro de Beeke, “Viviendo para la Gloria de Dios” , con una comparación breve y didáctica entre la teología Calvinista y la teología Luterana. 

Las diferencias entre ambas teologías se pueden resumir en cinco puntos:

1. La cena del Señor. Los Luteranos mantienen la doctrina de la transubstantacion en la cena del Señor, es decir que Cristo está físicamente presente en, con y debajo de los elementos en la Cena del Señor.  Los Luteranos rechazan interpretar la afirmación de Jesús “este es mi cuerpo” como una metáfora diciendo que esta interpretación abre la puerta a alegorizar el evangelio mismo. Además, ellos añaden que si todo lo que se ofrece en la comunión es un Cristo espiritual, los sacramentos presentan un Cristo truncado que no ofrece consuelo a los creyentes cuyos cuerpos morirán eventualmente. Luteranos están satisfechos con un Cristo concreto e histórico Cristo.  Ahora los líderes Reformados dicen que el encarnado e histórico Cristo ha resucitado y ascendió a los cielos y por lo tanto no está presente en la cena del Señor en la forma que El era antes de su ascensión. Además el concepto de la presencia espiritual de Cristo no significa algo menos completo; al contrario, se refiere a al trabajo continuo a través de Su Espíritu. Los reformados creían que ellos estaban afirmando todo lo que los Luteranos querían proteger, pero una forma más clara y mas bíblica.

2. La función primaria de la Ley. Lutero generalmente consideró la ley como algo negativo y muy cercano al pecado, muerte o el mal. El creía que el principal propósito de la ley era humillar al pecador al darle convicción de de pecado y traerlo de esta forma a Cristo. Sin embargo, Calvino consideró la ley como una guía para el creyente, una herramienta para animarle a que se aferre a Cristo y a obedecer a Dios más fervientemente. El creyente debe tratar de seguir la ley de Dios no como un acto compulsorio, pero como una respuesta de obediencia como agradecimiento. 

3. La salvación. Ambos, Luteranos y Calvinistas responden a la pregunta ¿Qué debo hacer para ser salvo? Con la respuesta que el Espíritu Santo trabaja el arrepentimiento hacia Dios y fe en el Señor Jesús Cristo y Su trabajo substitucionario de expiación, los cuales son necesarios. Pero los Luteranos tienen una tendencia de permanecer enfocados en la doctrina de la justificación, en donde el Calvinismo, sin minimizar la justificación, va mas allá hacia la santificación, el cual pregunta, “habiendo sido justificados por la gracia de Dios, ¿Como viviremos para la gloria de Dios?” de esta forma el Calvinismo es mas comprehensivo que el Luteranismo en explicar como la salvación trabaja así mismo en la vida del creyente.

4. Entendimiento de la predestinación. Al final del siglo 16 muchos Luteranos se separaron de Lutero y Calvino quienes afirmaron la predestinación de ambos, los electos y los réprobos en vez de la predestinación de los electos solamente. Los teólogos Reformados creyeron que este cambio en pensamiento esta en oposición al contenido de Romanos 9 y pasajes similares, así como con la soberanía de Dios.

Los Calvinistas están convencidos que la elección es soberana y por gracia y que la reprobación es soberana y justa. Nadie entra al cielo porque merece entrar allí; y nadie que entra al infierno merece algo diferente. Como Calvino lo dijo, “la alabanza de la salvación es solo para Dios, de donde la culpa de la perdición es sobre aquellos quienes por su propio acuerdo lo acarrean sobre si mismos.”

5. Entendimiento de la adoración.  La reforma de Lutero fue más moderada que la de Calvino, Lutero retuvo más la liturgia Medieval. Según sus líderes, los Luteranos y Calvinistas difieren en su interpretación de cómo la Escritura regula la adoración. Los Luteranos enseñaron que podemos incluir en adoración lo que no es prohibido en las Escrituras, los Calvinistas mantuvieron que no podemos incluir en adoración lo que el Nuevo Testamento no manda.


Fuente:  "Living for the Glory of God: The Origins of Calvinism." , Joel R Beeke.

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