En este segundo capitulo, Owen, responde y refuta a la doctrina "venenosa" de los Arminiano que postula la idea que Dios cambia sus planes y que el hombre tiene el poder de cambiar de reprobados a elegidos y viceversa. Al final el hace una comparación con la Escritura de lo que enseña la Biblia y lo que los Arminianos enseñan. Recuerde, Owen esta contestando a las doctrinas originales Arminianas del siglo 16.
CAPITULO 2 ( Segundo, tercero y cuarto)
“Los decretos de Dios, siendo de acuerdo a su naturaleza y esencia, requieren eternidad e inmutabilidad como sus propiedades inseparables. Dios, y solo El, nunca fue, y nunca será alguna vez, lo que no es ahora. La posibilidad pasiva a algo, el cual es la fuente de todas las cosas que cambia, no tiene lugar en El quien es “el actus simplex” y totalmente libre de toda composición; de donde el apóstol Santiago afirma que en “El no existe cambio ni sombra de variación” (Sant. 1:17) con el, esto esta en su voluntady propósito: y asimismo por sus profetaS, “Yo soy el SEÑOR, YO no cambio, por eso tus hijos serán consumidos” (Mal. 3:6), en donde Dios prueba el carácter inmutable de sus propósitos, porque El es el SEÑOR. Los actos eternos de su voluntad no difiere de su esencia inmutable, debe necesitar que sea inmutable.
Lo que Dios ha determinado, de acuerdo al consejo de su sabiduría y buen placer de su voluntad, será cumplido, para la alabanza de su gloria, y permanece seguro e inmutable por:
Y también el Poderoso de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque Él no es hombre para que se arrepienta. (1 Sam. 15:29)
que anunció lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; ( Isa. 46:10)
con certeza e infallible la ejecucion de su buen placer se extiende a eventos contingentes particulares, (Isaias 48:14).
Es una cosa ordinaria con el Señor que confirma la certeza de aquellas cosas que están todavía por venir desde su decreto, asi como en,
“El Señor de los ejércitos juró, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado: 25 Que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro” (Isaias 14:24-25).
“Pero si Él determina una cosa, ¿quién le hará desistir? Lo que su alma desea, eso hace.” (Job. 23:13).
“Porque El Señor de los ejércitos ha determinado; ¿y quién invalidará? Y su mano extendida, ¿quién la hará tornar? (Isaías 14:27)
Así que el propósito y la inmutabilidad de su consejo ( Hebreos 6:17) tiene su certeza y firmeza desde la eternidad hasta la eternidad, y no depende de la variación constante de hombres mortales, los cuales debemos otorgar, al menso que intentemos enfrentarnos en contra de la omnipotencia y armar el barro en contra del alfarero.
En cuarto lugar, si la determinación de Dios con respecto a cualquier cosa debe tener un origen temporario, es menester que ya sea porque él entonces percibió algo de bondad en él de lo que antes ignoraba, o bien porque algún accidente puso algo de bondad real a un cierto estado de cosas que no tenía antes, pero ninguna de estas cosas se puede afirmar sin que sea blasfemia, pues El es quien conoce el fin desde el principio, todas las cosas de la eternidad, que es siempre lo mismo; la fuente de toda bondad, que hace que las otras cosas participen en esa medida que le complace a él para comunicarla a ellos.
Añadido a esta omnipotencia de Dios: hay "poder y fuerza en la mano", así que ninguno es capaz de resistir (2 Crónicas 20:6) y no permitirá que ninguno de sus efectos sea frustre. En todas nuestras intenciones, si el defecto no está en el error de nuestro entendimiento, que puede ser rectificado por una mejor información; cuando no podemos hacer lo que queremos, vamos a hacer lo que podamos: la alteración de nuestro propósito es por falta del poder para cumplirlo, tal impotencia no puede ser atribuido a Dios Todopoderoso, pues El está "en el cielo, y ha hecho todo lo que él quisiera," (Salmo 115:3). Así que la inmutabilidad de la naturaleza de Dios, su omnipotencia, la infalibilidad de su conocimiento, su inmunidad de error en todos sus consejos, muestran que él nunca deja de cumplir cualquier cosa que él se ha propuesto para la manifestación de su gloria.
Para terminar este discurso, en donde ni siquiera he expuesto la mitad del veneno contenido en la doctrina Arminiana referente a los decretos de Dios, presentare la comparación entre la palabra de Dios y los patrones del “libre albedrio.”
SAGRADAS
ESCRITURAS
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LIBRE
ALBEDRIO
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“Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de El. En amor”
(Efesios 1:4)
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“Es falso decir que la elección es confirmada desde la eternidad” Rem. Apo.
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“El nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según
nuestras obras, sino según Su propósito y según la gracia que nos fue dada en
Cristo Jesús desde la eternidad,” (2 Tim. 1:9)
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“Es cierto que Dios determino varias cosas las cuales El no haría algunos
actos del hombre vaya antes
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“Conocidas son a Dios todas sus obras desde la eternidad.’ (Hechos
15:18)
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“Algunos decretos del hombre, preceden todos los actos de la voluntad
de la criatura, y algunos siguen la voluntad de la criatura.” Corv.;
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“que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo
que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que
quiero;” (Isaias 46:10)
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“los hombres pueden frustrar su elección y hacerla vacía” Rem. Pol.
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“(aunque aún no habían nacido sus hijos, ni habían hecho bien ni mal,
para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las
obras de la ley sino por el que llama),” (Rom. 9:11)
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“Con razón los hombres después de ser elegidos se hacen reprobados, y
de reprobados se hacen electos.” Welsin.
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“Mas el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el
Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el
nombre de Cristo.” (2 Tim. 2:19)
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“La elección no es certera, y es revocable, y quien lo niega pisotea
el evangelio” Episcopo.
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“El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su
corazón por todas las generaciones.” (Salmos 33:11)
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“Muchos de los decretos de Dios, terminan en algún momento” Episcopo.
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“que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo
que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que
quiero;” (Isaias 46:10)
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“Dios deseaba que todos los hombres sean salvos, pero, obligado con la
malicia terca de algunos, cambio su
idea y propósito, y los dejara que perezcan.” Arminio.
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“Porque yo Jehová, no cambio;” (Malaq. 3:6)
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“Así como los hombres pueden cambiar asimismo de incrédulos a
creyentes, así la determinación de Dios referente a ellos cambia.” Rem.
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“Con el padre de las luces, no signo de variación, ni sombra de cambio”
(Santi. 1:17; Ex. 3:13-14; Salmos 102:27; 2 Tim, 2:13; 1 Sam. 15:29; Isaias
14:27; Job 23:13; Salmos 115:3).
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“Todos los decretos de Dios no son inmutables, pero algunos de ellos
son cambiables.” Sermón en la universidad de Oxford.
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FUENTE: "Una exposición del Arminianismo" (1646)
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