LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

jueves, septiembre 13, 2012

LAS PROMESAS DE DIOS PARA ABRAHAM ES PARA NOSOTROS A TRAVES DE JESUCRISTO




Gálatas 3:7 indica que los que creen en Cristo son "los hijos de Abraham." Esto es un ejemplo del tema de la descendencia. Cristo es el fruto principal de Abraham, según Gal. 3:16. Y luego, cuando confiamos en Cristo, estamos unidos a él, y recibimos lo que el logró para nosotros. Puesto que él es descendiente de Abraham, nosotros también. Desde que el recibe "la bendición de Abraham "(Gálatas 3:8, 14), nosotros también. Puesto que él es el heredero de Abraham, somos también: "Y si usted están en Cristo,  entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa "(Gálatas 3:29).

El lenguaje de la herencia en Gálatas tiene una estrecha relación con Dios entregando la tierra de Palestina a Abraham. La tierra fue heredada por sus descendientes, y se transmite de padres a hijo. La transmisión va por todas las líneas genealógicas hasta que llega a Cristo, que hereda todo: "Porque todas las promesas de Dios son en él Sí " (2 Corintios 1:20.). Cristo hereda no sólo Palestina, sino  toda la tierra, de la cual Palestina era un tipo o sombra: "Toda autoridad en el cielo y en la tierra se le ha dado a mí "(Mateo 28:18). Por lo tanto, nosotros, los que pertenecemos a Cristo heredamos la tierra: "Porque todo es vuestro, sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, la vida, la muerte, el presente o en el futuro, todo es vuestro, y vosotros de Cristo y Cristo es de Dios (1 Cor. 3:21-23).

Así, los que pertenecen a Cristo heredarán con él, tanto la condición de ser hijos, la herencia de la tierra, y la plenitud de las bendiciones. ¿Son estas bendiciones solamente  "espirituales"? Abraham  llegó a entender que las bendiciones de la comunión con Dios son eternos, y no se agota en materia meramente temporal

BENDICIONES:

"Estos [incluyendo a Abraham] murieron por fe todos estos sin haber recibido las cosas prometidas, pero habiendo visto y los saludandolos desde lejos, y tras reconocer que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Para las personas que hablan así dejan claro que ellos están en búsqueda de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella tierra de la que habían salido, habrían tenido oportunidad de volver. Pero como es, anhelaban una mejor, esto es una una celestial. Por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado para ellos una ciudad. "(Heb. 11:13-16)

Nosotros también esperamos con interés a la misma ciudad, la Jerusalén celestial, la cual desciende a la tierra y lo que comprende la dimensión de lo físico, e incluye una resurrección física en un cielo nuevo y nueva tierra (Apocalipsis 21:1-2). Mientras estemos en esta vida, tendremos tribulación-como lo hizo Abraham (Hechos 14:22).

En resumen, podemos decir que a través de Cristo, el verdadero Israelita, que heredamos la tierra y todas sus bendiciones, que son en última instancia las señales del favor de Dios. Pero hay que esperar con paciencia y sufrir por la causa de Cristo en esta vida (2 Tim 3:12), buscando adelante a poseer esa herencia completa y la plenitud de las bendiciones en la tierra nueva.


Caesar Arevalo

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